En el corazón de Italia, un pequeño oasis por descubrir
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Tierras y costas atormentadas en sus aspectos geológicos, pero también colinas tranquilas dominadas por pintorescos castillos, hermosas llanuras y alturas salvajes que se extienden en el área protegida más antigua de Italia, el Parque Nacional de Abruzzo, Lazio y Molise.
Molise tiene muchas caras, una multitud de paisajes naturales y culturales que celebran la diversidad que esconde una pequeña región: desde los macizos montañosos de la Mainarde, el Matese y el Alto Molise hasta la costa adriática, desde las tierras fértiles a lo largo del Biferno hasta los pueblos de montaña en las rocas, desde las cumbres nevadas hasta las playas soleadas. Y lo mismo ocurre con las expresiones de la historia y la memoria: desde las claras y bien conservadas tradiciones rurales de las zonas del interior, con sus pequeños pueblos y ciudades como Campobasso e Isernia, hasta las tradiciones totalmente adriáticas y marítimas de Termoli.
El macizo del Matese, escarpado y salvaje
Más de la mitad de la superficie de Molise está cubierta por montañas. Un agre verdadero patrimonio natural, agreste y salvaje, puro e incontaminado, rico en biodiversidad gracias a la exuberante vegetación y a la presencia de manantiales puros que dan origen a los ríos Biferno, Volturno y Trigno.
Los picos más altos de la región pertenecen al Macizo del Matese, uno de los grupos montañosos más importantes de los Apeninos. Entre ellos, el monte Miletto supera los 2.000 metros de altitud. Pero el Matese también es famoso por el fenómeno de la karstificación, que ha dado lugar a cuevas y cavidades de gran interés espeleológico y a paisajes espectaculares, como el cañón del torrente Quirino, la cascada de San Nicola, las cuevas de Pozzo della Neve y Cul di Bove en el Oasis WWF de Guardiaregia Campochiaro. Uno de los destinos favoritos de los aficionados a los deportes de invierno es Campitello Matese, con sus instalaciones y 40 kilómetros de pistas para practicar el esquí alpino.
La costa molisana, 35 chilometri di bellezza e di emozioni
Un breve tratto bagnato dall’Adriatico che si estende dalla foce del fiume Trigno a quella del torrente Saccione in Puglia e che condensa il meglio dell’offerta turistica estiva del Molise. Che siano lidi isolati e selvaggi circondati da dune e da pinete o ampie spiagge dalla sabbia fine, la costa del Molise ha molte frecce nel proprio arco per fare centro nel vostro cuore.
Termoli è il centro balneare più rinomato grazie alla bellezza e all’ampiezza delle sue spiagge – Sant’Antonio e Rio Vivo – entrambe contraddistinte da sabbia finissima e da acque cristalline. Luogo del Cuore FAI, il Borgo vecchio, nucleo più antico della città, sorge sulla sommità di un promontorio e si presenta come una suggestiva cittadella fortificata, caratterizzata da piazzette e vicoli molto caratteristici, tra cui Vico Il Castello, uno dei più stretti d'Europa. Insieme a Termoli, i piccoli centri di Marina di Montenero, Petacciato e il lido di Campomarino offrono una meravigliosa cornice naturale in cui trascorrere rilassanti e rigeneranti giorni vacanzieri.
Molise fuerte y romántico
"Molise es una de las llanuras más secretas, profundas y desconocidas de nuestro país", escribió Guido Piovene en 1957 en su viaje por Italia en busca de los signos del paisaje, la historia y la sociedad que distinguen a las distintas regiones entre sí. Esta condición de "no conocimiento", de alguna manera de presunta "indefinición" de las tierras de Molise, ha cambiado algo en más de medio siglo, pero no tanto como debería. Aunque Molise goza de rasgos naturales e históricos distintivos, en no pocos casos sorprendentes, todavía parece eludir la consideración y la familiaridad generalizadas, el conocimiento generalizado de sus características y patrimonios. La ventaja, pues, es que aquí todavía se puede apreciar una especie de "extranjerismo" romántico, ideal para los que buscan sensaciones discretas de tierra y mar.