Las cañadas de Molise
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Practicada ya por los Samnitas en el siglo IV a.C. , la trashumancia vivió un momento de particular esplendor en la época de los romanos que aumentaron la red de cañadas para unir mejor los centros urbanos del imperio.
Muchas cañadas se aprecian hoy, de hecho, al lado de las antiguas vías romanas de piedra. A diferencia de estas, sin embargo, muchos de estos espacios verdes se han conservado casi intactos hasta nuestros días, en gran parte gracias a los aragoneses que en el siglo XV, impulsaron nuevamente el comercio de productos ganaderos.
Fueron ellos los que construyeron las “Cañadas Modernas” (“Tratturo Moderno”), con su sistema de vías secundarias y de unión, sus 111,6 metros de ancho y sus límites en piedra y aduanas para los asuntos burocráticos. Se dice que 70 municipios de Molise, entre ellos Campobasso, Boiano e Isernia, hayan surgido a lo largo de estos recorridos que constituyen, desde 1997, el Parque Regional de los Tratturi.
Las cañadas abarcan todo el territorio de Molise, ofreciendo itinerarios únicos, como el que une el Parque Nacional del Gargano y el de los Abruzos, Lacio y Molise. En estos trazados, donde algún obstinado pastor lleva aún sus rebaños a pastar, se encuentran ritmos, sonidos y tradiciones de otros tiempos. Actualmente las cañadas más importantes son: el Tratturo Celano-Foggia, que pasa a través del Parque Nacional de la Majella y las zonas arqueológicas de Vastogirardi y Pietrabbondante; el Tratturo Castel de Sangro-Lucera, donde podremos visitar el bellísimo Castillo y el Tratturo Pescasseroli-Candela que cubre una distancia de 200 km.
El tramo molisano de éste último pasa por Castelpetroso, con su espléndido paisaje de montaña donde podemos aprovechar para hacer una visita al Santuario de la Virgen Santísima Addolorata. Una vez superadas las localidades de Cantalupo nel Sannio, dominada por los impactantes montes del Matese, y de Bojano y Guardiaregia llegamos a Sepino, famosa por sus excavaciones arqueológicas de restos romanos. Las cañadas pasan también por Isernia, con su magnífico casco histórico y por el Parque Nacional de los Abruzos, Lacio y Molise.
Uno de las más famosas cañadas de época aragonesa es la que unía L’Aquila con Foggia. Llamada también “Tratturo del Re” (“Cañada del Rey”) o “Tratturo Magno”, este trazado pasa, a través de Molise, por diversas localidades como Termoli, donde merece la pena visitar el Castillo Svevo y el antiguo burgo marinero en lo alto de un promontorio.
Entre un paseo a caballo y una visita a los monumentos y yacimientos arqueológicos no podemos olvidar de hacer una parada para degustar las delicias gastronómicas de esta bellísima tierra donde el tiempo parece haberse detenido.