Frosolone, pueblo de Molise entre los más bellos de Italia
3 minutos
Incluido en la lista de los pueblos más bonitos de Italia, Frosolone es un pequeño paraíso rodeado de naturaleza, encaramado en los Apeninos centrales, en el corazón de Molise.
Situada a unos 900 metros sobre el nivel del mar, está envuelto en un verde vibrante que lo envuelve y abraza: un entorno virgen e intacto que contiene árboles centenarios, estanques y lagos, rocas blancas y refugios. El pueblo también es conocido por la histórica artesanía de tijeras y cuchillos.
La historia de Frosolone
Frosolone parece ser la antigua Fresilia, la ciudad samnita conquistada por el dictador romano Marco Valerio Máximo. Así lo confirman algunos restos de gran valor como los muros ciclópeos, conocidos como Mura pelasgiche, encontrados en Castellone y Civitella. Los primeros registros oficiales de Frosolone se remontan al siglo XI, cuando el pueblo formaba parte del condado de Isernia y luego pasó a estar bajo el dominio longobardo y normando, para luego formar parte del condado de Molise.
Un oasis verde
Enclavado sobre un promontorio de escarpados acantilados, entre pastos, pequeños lagos y bosques, Frosolone es un antiguo pueblo que ha sabido proteger y conservar su antiguo trazado urbano medieval a lo largo del tiempo.
Su típico entorno montañés se puede apreciar en todas las estaciones: considerado un mar de verdor, alberga también una rica vegetación a más de 1000 metros de altura, cuyo ejemplo más llamativo es el hayedo del Monte Marchetta y del Colle dell'Orso, importante prueba de cómo esta especie vegetal ha encontrado la manera de convivir felizmente con el duro clima de estas altitudes.
Su Majestad el haya del Pedalone
Es imposible no mencionar un ilustre exponente de la especie, la espléndida haya de Pedalone: un verdadero coloso botánico de más de 40 metros de altura y más de 100 años de antigüedad.
También destacan el bosque della Grisciata con su sotobosque salpicado con ciclámenes, campanillas de invierno, deliciosos pambazos y rebozuelos, y los prados del valle de la Contessa, cubiertos por arbustos de grosellas y setos de rosales silvestres.
Paseando por Frosolone, no es raro escuchar los aullidos de los raros ejemplares de lobos de los Apeninos que interrumpen el relajante silencio típico de la zona, en la que también abundan los zorros, los jabalíes y los caballos en libertad para una inmersión total en la naturaleza.
La caza de trufas, blancas y negras
Entre los productos típicos de la zona se encuentran la leche y los quesos, tan buenos como para satisfacer hasta el paladar más exigente. Los gastrónomos en busca de sabores gourmet podrán acaparar trufas blancas y negras, preciosos tesoros que asoman del rico subsuelo de los montes del Frosolone.
Parapente, equitación o fútbol, aquí tienes de todo
El pueblo es perfecto para las vacaciones al aire libre, con una amplia oferta de actividades para todos los gustos: hay varios puntos en Frosolone que se prestan a la práctica de las disciplinas de vuelo libre con parapente, ala delta y paramotor, con la posibilidad de contar con un centro escuela local.
Los amantes de la escalada libre también encontraréis lo que estabais esperando: la zona imprescindible es el complejo Morgia Quadrata, donde las paredes de roca de diferentes grados de dificultad permitirán que todos los amantes de la escalada libre os pongáis a prueba.
Los que preferís la equitación encontraréis un amplio territorio para recorrer a lo largo y ancho de la zona, eligiendo un corcel en el bien equipado centro ecuestre. Los entusiastas de las dos ruedas podéis pedalear serenamente por senderos fuera de pista, disponibles para largos paseos en los que podréis descubrir las montañas de Molise, mientras que los que buscáis estirar las piernas encontraréis maravillosos paseos o rutas de senderismo de diferentes grados de dificultad. No faltan las instalaciones deportivas: desde el gimnasio de voleibol, baloncesto y culturismo hasta la petanca cubierta con varias pistas y los campos de tenis, fútbol y fútbol sala.
Tijeras y cuchillos de exposición
Entre las muchas actividades posibles, hay también un espacio para la cultura: el museo de las herramientas cortante conserva cientos de objetos de valor histórico recuperados por los entusiastas y herederos de los mejores constructores de tijeras y cuchillos de Frosolone del siglo pasado. Se pueden admirar numerosas cuchillas militares y los objetos forjados durante las manifestaciones callejeras.