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Espiritualidad
Apulia

El Santuario de Padre Pío

La ciudad donde vivió y trabajó el Padre Pío da Pietrelcina lo celebra con el espléndido Santuario diseñado por Renzo Piano nacida en el siglo XI en el camino que llevaba a los peregrinos hacia la gruta del Arcángel Miguel, San Giovanni Rotondo, en Apulia es conocida en todo el mundo como la ciudad en la que vivió y trabajó el Padre Pío de Pietrelcina venerado fraile de los milagros, convertido en santo en el 2002.

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Fue precisamente él el fundador del santuario adyacente a la antigua iglesia conventual de Santa María de las Gracias, al lado de la cual surge hoy un segundo, gran santuario, inaugurado el 1 de junio de 2004 y proyectado por el famoso arquitecto Renzo Piano. Construido originalmente en 1540, el Convento de los Capuchinos es el lugar en el que el Santo vivió, ininterrumpidamente, desde el 4 de septiembre de 1916 hasta el 23 de septiembre de 1968, fecha de su muerte.

Fue aquí que el Padre Pío recibió los estigmas en 1918, y aquí se verificaron todos los acontecimientos sobrenaturales que le llevaron a su beatificación y a su sucesiva canonización. Visitar este convento y asomarse a las celdas donde Padre Pío condujo su existencia significa sumergirse en lugares llenos de espiritualidad y misticismo: una meta obligada para devotos y turistas.

Al lado del convento surge la iglesia de Santa María de las Gracias, originalmente dedicada a Santa María de los Ángeles, consagrada en 1629. Inaugurado en 1959 por deseo de Padre Pío, el santuario viejo ha recogido, hasta la realización del nuevo santuario, a los miles de fieles y peregrinos que invaden cada año la pequeña ciudad de Apulia para visitar los lugares donde el santo vivió su fe. La cripta de la iglesia albergaba también, hasta hace pocos años, la tumba de Padre Pío, que hoy ha sido llevada a la cripta del nuevo conjunto adyacente.

Dentro del conjunto de Santa María de las Gracias, el nuevo santuario, llamado iglesia de San Pío, concebido por Renzo Piano, ocupa, con su enorme estructura en forma de concha, casi 6000 metros cuadrados, siendo la segunda iglesia de mayor extensión de Italia después de la Catedral de Milán. Inaugurado diez años después del inicio de los trabajos, el santuario ha sido financiado casi por completo con la ofertas de los peregrinos y puede acoger hasta 6500 fieles.

Como quiso padre Pío la iglesia, cuyos muros se construyeron en piedra de Apricena, debía ser un lugar de acogida a los fieles: la enorme anteiglesia exterior presenta la particularidad de continuar en el interior, en la zona litúrgica, con el mismo tipo de pavimentación, justamente para resaltar la continuidad entre el exterior y el interior.

Esta elección resulta evidente también en la separación de los dos ambientes a través de una vidriera, decorada con una escena del Apocalipsis. En la parte subterránea del complejo ha sido realizada una iglesia inferior, como en el caso de la Basílica de San Francisco de Asís, que alberga los restos del santo. La cubrición, de cobre preoxidado, confiere un característico color verde a la estructura. Esta profunda conjunción de elementos históricos, religiosos y arquitectónicos hacen de los santuarios del Padre Pío una meta de evidente interés para los fieles.

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