Valle de Aosta, puerta de entrada a la Vía Francígena italiana
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En el Valle de Aosta se encuentra el primer tramo italiano de la Vía Francígena, al que se accede por el puerto del Gran San Bernardo. Entre pueblos característicos y antiguos vestigios de su larga dominación romana, he aquí 5 lugares de interés que no debes perderte.
Aosta romana
La capital del Valle de Aosta conserva varios testimonios de su larga dominación por los antiguos romanos, que le dieron el nombre de Augusta Praetoria. Entre ellos se encuentran el Arco de Augusto, la Porta Praetoria, que era la entrada principal a la ciudad (originalmente había 4), las ruinas del teatro y del anfiteatro, y el Criptopórtico Forense, que es parte del antiguo foro romano que aún se conserva en perfecto estado bajo la catedral.
El puerto de Gran San Bernardo
El valle está salpicado de pequeños pueblos de cuento que conservan su estructura original y casas de piedra gris decoradas con flores frescas y coloridas. Merece la pena visitar, entre otros, Saint-Rhémy-en-Bosses, Saint-Léonard, Saint-Oyen, Etroubles y Echevennoz, con sus característicos rus, pequeños y antiguos canales artificiales que riegan los campos cultivados. No te pierdas el Museo del Hospicio del Gran San Bernardo, con la perrera contigua donde se cría la raza canina que lleva el mismo nombre.
Puente romano de Pont-Saint-Martin
El monumental y poderoso puente romano del pueblo del mismo nombre franquea el arroyo Lys, conservando aún las losas de piedra del antiguo pavimento que data del siglo I a.C. A sus pies, la estatua de la Virgen de la Guardia señala el santuario donde vivía Martín, el ermitaño que, según la leyenda local, sorteó hábilmente un pacto con el diablo y dio su nombre al puente. Este es el verdadero punto de partida de la Vía Francígena.
Fuerte de Bard
El complejo monumental del Fuerte de Bard domina el encantador pueblo desde lo alto y, al igual que este, ha permanecido prácticamente intacto desde su construcción. En su interior encontrarás el Museo de Fortificaciones y de las Fronteras, el Museo de los Alpes, las cárceles estrechas y un recorrido multimedia dedicado a la historia del fuerte. Además, se organizan talleres educativos y exposiciones temporales, lo que lo convierte en una atracción cultural tanto histórica como moderna.
El tramo de la calzada romana en Donnas
A lo largo de la calzada romana de los galos, esmuy interesante el tramo a la entrada del pueblo de Donnas, tallado en roca viva con una técnica totalmente vanguardista por los antiguos romanos a lo largo de más de 200 metros de longitud. En la época medieval representaba la puerta de entrada al pueblo a través del arco de 4 metros de altura, que se cerraba por la noche. Un poco más adelante, un hito también tallado en la roca indica la distancia a Augusta Praetoria, la antigua Aosta.