Qué hacer en Cervinia durante los fines de semana de invierno

Frente a una de las montañas más bellas de Italia, seguro que te apetece lanzarte a las pistas. Si no te sientes seguro, recibe unas clases en una de las muchas escuelas de esquí de la zona y luego aventúrate en la nieve. Aquí puedes practicar tanto el esquí alpino como el de fondo.

Si, por el contrario, ya has nacido con los esquís puestos, prueba la emoción del esquí fuera pista y del heliesquí: un helicóptero te lleva hasta lo más alto y te sigue por el aire mientras regresas al valle.

Una actividad menos temeraria, pero no por ello menos divertida, es el trineo de perros o el patinaje sobre hielo, si quieres darte una vuelta. También puedes desafiar a tus amigos en la pista de Ice Kart conduciendo un Go Kart... sobre hielo.

Las actividades al aire libre en Cervinia no sólo incluyen nieve. ¿Has probado alguna vez el parapente? 

Para un vuelo pero que sea menos aventurero, puedes elegir una excursión panorámica en helicóptero, que te ofrecerá vistas espectaculares de los picos de la zona, incluido el Cervino.

Si prefieres mantener los pies en el suelo, elige una de las rutas de senderismo. No te pierdas el Sentdero Jean Antoine Carrel, que parte del pueblo de Perreres y vuelve a él tras una ruta circular de 30 km por la cuenca de Breuil hasta el refugio de l'Oriondé, a 2808 metros. Varios senderos parten también de Chamois, a donde puedes llegar en teleférico. La ruta más bella es la que lleva al pueblo de La Magdeleine.

Cervinia también alberga el único sendero para bicicletas de montaña existente en los Alpes. Tiene una longitud de 10 km y parte de una altitud de 3500 metros, en la nieve del Plateau Rosà, para llegar a Cervinia a 2050 metros. A pocos kilómetros del pueblo se encuentra el Lago Azul, desde el que puedes admirar el Cervino reflejado en esa agua turquesa. Entre Valtournenche y Breuil Cervinia se encuentra el Gouffre de Busserailles, un desfiladero excavado por el torrente Marmore, al que accederás por una pasarela de acero.

Después de una mañana sobre esquís o por los senderos del bosque, nada mejor que unas horas de relax en uno de los centros de bienestar de Cervinia.

Puedes elegir entre un tratamiento rejuvenecedor o una perezosa sauna, un vigorizante hidromasaje, un baño de vapor o una ducha emotiva.

Tampoco faltan las actividades en los alrededores de Cervinia.

El Museo Etnográfico Petit-Monde de Torgnon cuenta la historia de las tradiciones montañesas de las aldeas de Triatel, Etirol y Ronc.  La Maison de l'Alpage, en la aldea de Paquier, es un museo interactivo situado en un antiguo hórreo, que cuenta la historia de la vida agropastoril en los Alpes.

A poca distancia del museo se encuentra el pueblo de Cretaz con sus típicas casas de madera. Cheneil se encuentra en una hondonada a 2000 metros de altitud y se puede llegar allí en teleférico, o también a pie desde Cretaz, siguiendo un camino de herradura a través del bosque.

Desde el Plateau Rosà, al que se llega en media hora en teleférico desde Cervinia, es posible visitar el Pequeño Cervino a 3883 metros y la Cueva de Hielo más alta de Europa. Se encuentra justo a la llegada del teleférico, en el glaciar Klein Matterhorn. El juego de luces que se crea en las paredes de la cueva es realmente espectacular.

No muy lejos se encuentra también el museo más alto de Europa. Se titula Una montaña de trabajo y cuenta la historia de los primeros remontes de la cuenca de Breuil. Allí se puede llegar a pie desde la estación del teleférico. En la terraza panorámica, una rosa de los vientos indica los picos más altos del Valle de Aosta y del Valais (Suiza).

Reserva una cena en un local de altura para probar todas las delicias de la cocina del Valle de Aosta. Puedes llegar en teleférico o en moto de nieve, disfrutar de la puesta de sol al calor del refugio y saciarte con las especialidades locales.

No te pierdas las tablas de quesos, acompañadas de patatas y castañas dulces, y la fondue, cuyo ingrediente principal es el queso fontina del Valle de Aosta DOC. La polenta se sirve con queso fontina y mantequilla fundida o con civet de gamuza.

Termina la comida con las tegole, finos biscotes de avellana y almendra que se sirven con café a la valdostana y grappa con ralladuras de naranja y limón. Se sirve en un recipiente especial con pico llamado "taza de la amistad" porque es para compartirlo con los amigos.

Cervinia en invierno siempre es una buena idea.