En Pont-Saint-Martin: un milagro de la ingeniería romana
Entrando al Valle de Aosta, en Pont-Saint-Martin, se encuentra uno de los más extraordinarios puentes romanos de un único brazo. Construido durante el imperio de Augusto, formaba parte de la Via romana delle Gallie, la más importante vía consular que permitía el tránsito por los Alpes durante todo el año. También conocido como el "Puente del Diablo", existe una leyenda sobre su construcción que, aún hoy, está presente en el folclore local.
Cruzarlo a pie
El puente romano de piedra está ubicado sobre el Lys, el arroyo que desciende del valle de Gressoney. Construido en el siglo I a.C. por los romanos, con un único brazo de unos 36 metros de longitud y 25 de altura, y un finísimo arco de bóveda, es considerado uno de los mayores y más audaces puentes de la antigüedad y uno de los milagros de la ingeniería romana.
Anclado a la roca viva en ambas orillas, su uso fue continuo hasta 1836, año en que se construyó otro puente que relevó al Pont-Saint-Martin de su función principal para convertirse únicamente en monumento y símbolo de un territorio cuya historia ha marcado. Actualmente, el puente puede cruzarse a pie por la Vía Roma y ser admirado desde la orilla del río, desde donde puede apreciarse mejor su arquitectura y volumen.
La leyenda de San Martino
No conocemos el nombre romano original del puente, sino aquel que se le ha dado, probablemente entre los siglos IV y V, vinculado a la leyenda de San Martino, que narra el mito de la construcción de una pieza arquitectónica que debió ser extraordinaria para la población autóctona que se encontraba, hasta entonces, a merced de precarias pasarelas de madera para poder cruzar el arroyo.
Esta leyenda cuenta que San Martino, varado en el Lys por una riada que había arrasado la pasarela, hizo un pacto con el diablo quién le prometió construir un sólido puente de piedra de la noche a la mañana, a cambio del alma de quien lo cruzara primero. Una vez hecho el puente, el astuto San Martino engañó al diablo haciendo que un pequeño perro caminara por el puente. Incluso hoy, el carnaval histórico del Pont-Saint-Martin se basa en la recreación de la leyenda y termina con la quema del diablo bajo el puente.
Un museo dedicado al Puente del Diablo
En torno al puente romano se formado un acogedor pueblo, dominado por la presencia de las ruinas de un castillo del siglo XI, conocido como el Castellaccio, y la mansión neogótica de Baraing (1883), hoy sede de la Comunità montana. Hay un pequeño museo dedicado al puente donde podrá aprender más sobre las técnicas de construcción, los materiales, la historia, la restauración y otras curiosidades relacionadas con sus 2000 años de historia.