Rodi Garganico es una de las capitales de los cítricos de Gargano: junto con Vico Garganico e Ischitella, la localidad es famosa por la producción de las dulces naranjas de Gargano y del limón Femminello del Gargano IGP, una antigua variedad con un aroma intenso y una piel lisa y sutil. Probablemente de origen cretense, Rodi Garganico se extiende hacia el mar con casas encaramadas en un espolón de roca, con un castillo aragonés que domina todo desde las alturas. El casco antiguo es un laberinto de callejuelas, con pequeñas plazas escondidas y empinadas escalinatas. Haz también una parada frente a la iglesia de San Nicolás de Mira, de origen bizantino y formas del siglo XVII, antiguamente utilizada como torre de vigilancia en el mar. Visita la iglesia de la Madonna della Libera, de fundación románica pero reconstruida en el siglo XVIII, donde se conserva una imagen de la virgen gótica veneciana. Termina tu recorrido con un paseo por el mirador cerca de la puerta principal de la ciudad: desde aquí la vista de los huertos de cítricos, la costa y la desembocadura de Varano parece una pintura paradisíaca. En verano, la vida se concentra en torno al puerto deportivo, que está repleto de regatistas, restaurantes, locales y todo tipo de servicios. Desde aquí nos embarcamos hacia las islas Tremiti. Y, por último, si te apetece ir a la playa, puedes elegir entre las dos más cercanas a la localidad, la playa de Poniente y la playa de Levante. La primera está formada por una serie de dunas de arena que descienden hacia el mar, ideal para los surfistas que se deslizan sobre las olas gracias a los vientos del norte, y la segunda es de arena dorada y está perfumada por los naranjos cercanos.
En el tramo de costa que se extiende por delante, salpicado de rocas, se puede observar un típico «trabucco», una tradicional instalación de «pesca a bilancia» sobre pilotes. También es interesante acercarse a Rodi Garganica desde Peschici: encontrarás hermosos bosques de pinos, olivares y huertos de cítricos, acantilados de roca blanca, torres de vigilancia, «trabuchi» y un mar de color turquesa.