La bahía delle Zagare es la perla de Mattinata, en el Gargano
Un par de poderosos farallones de roca caliza esculpidos y modelados por el viento son el emblema y la característica distintiva de la Bahía delle Zagare, también llamada Baia dei Mergoli, situada cerca de la localidad de Mattinata y en la península de Gargano, un promontorio situado al norte de la Puglia, que alberga paisajes muy variados y espectaculares.
A sus espaldas, se alza una vertiginosa pared de acantilados blancos cubierta por una densa vegetación y, en frente, un límpido mar de color verdeazulado: esta es la descripción de una de las localidades costeras más exclusivas, célebres por su arena dorada mezclada con guijarros blancos y dividida en dos por un alto acantilado de piedra caliza.
Naranjos, mirlos y farallones
Llamada Baia delle Zagare por las naranjas y los limones que, con su floración, perfuman el aire, pero también Baia dei Mergoli debido a la populosa colonia de mirlos que anidan aquí cada año, la bahía es el destino perfecto para aquellos que buscan una experiencia inmersiva en el magnífico paisaje de Gargano.
También es uno de sus lugares más simbólicos. A unos pocos metros de la orilla emergen del agua los farallones: uno bautizado como Arco de Diomede o Arco Magico, porque, según los lugareños, da suerte atravesarlo a nado, y el otro llamado Le forbici, que, a lo largo del tiempo han sido el fondo de muchas postales y la imagen de portada de numerosas revistas de viajes.
En resumen, es uno de los paisajes más fotografiados de la Puglia, celebrado incluso por el New York Times, que define a Baia delle Zagare como “uno de los lugares que hay que visitar por lo menos una vez en la vida”, y por el National Geographic, que la califica como “una de las 10 playas más bonitas del mundo”.
Un playa o, mejor dicho, tres
Protegidas por el imponente acantilado blanco y bañadas por un mar que oscila entre el verde esmeralda y el azul cobalto, las playas, que se extienden a lo largo de cerca de un 1 km, son en realidad dos, separadas por un gran espolón rocoso: la primera, más al norte y en dirección Vieste, se llama Baia dei Faraglioni y es de arena y pequeños guijarros, mientras que la otra, situada al sur y en dirección a Mattinata, es la auténtica Baia dei Mergoli o Baia delle Zagare, con un arenal de cantos rodados blancos y pulidos. En realidad, las playas serían tres si contamos también la pequeña Cala dei Morti, la más septentrional, de pequeños guijarros y accesible solo desde el mar. A pesar de su lúgubre nombre, esta playa habría salvado la vida de muchos marineros a merced de las olas causadas por una violenta marejada.
Un paraíso para unos pocos
Es aconsejable llegar a la playa de Zagare por la mañana, cuando el sol está alto en el cielo, ya que, por la tarde, el sol se pone temprano y se esconde detrás del alto acantilado, dejando la playa en la sombra.
La accesibilidad es la única desventaja de este rincón del paraíso marino. La playa está casi totalmente ocupada por las instalaciones de baño gestionadas por los hoteles de más arriba y el acceso está permitido a los clientes del hotel, que, para llegar a ella, pueden utilizar un ascensor directo y excavado en la roca, así como a los titulares de un número limitado de pases intransferibles, que diariamente distribuye la Oficina de Relaciones Públicas del Ayuntamiento y por la Comandancia de la policía municipal de Mattinata.
Solo en los hoteles es posible aparcar a cambio de una tarifa, reservar tumbonas y sombrillas, y bajar por una rampa impracticable de 100 escalones, que conduce a la playa, donde hay un pequeño bar.
Rutas alternativas, entre el mar y la montaña
Una de las excursiones más bonitas de entre las numerosas excursiones en barco posibles parte de Vieste o de Mattinata para descubrir el rico patrimonio de las grutas marinas de Gargano. A la bahía se puede llegar por mar o por los antiguos senderos que conducen desde la montaña hasta la playa y que comienzan desde la carretera principal, la Litoranea SP53. Antes de recorrerlos se recomienda encarecidamente solicitar información a los operadores del lugar para evitar tomar rutas mal señalizadas, en mal estado o incluso cerradas.
Las vistas desde lo alto del Sendero del Amor, con baño final
Una alternativa interesante, especialmente para los amantes del senderismo y, en general, de las vacaciones ecosostenibles, es disfrutar del impresionante panorama de la bahía desde arriba, tomando el sendero Mergoli-Vignanotica, también llamado Sentiero dell’Amore: se trata de un sendero panorámico bien trazado, de unos 3 kilómetros de largo, que se puede hacer en menos de una hora y al que se puede acceder desde la Litoranea SP53.
Situado en la Reserva Natural di Monte Barone, entre almendros, pinos de Alepo y olivares, en su tramo inicial, el itinerario ofrece unas impresionantes vistas de toda la bahía, con sus farallones blancos. En un momento determinado de la ruta encontrarás una encrucijada: el consejo es mantenerse a la derecha y tomar el sendero que baja hacia la preciosa playa de Vignanotica, equipada en verano con servicios y puntos de restauración. Aquí, los excursionistas pueden finalmente disfrutar de un merecido baño en sus aguas cristalinas y cautivadoras.