Saltar el menú
UNESCO
Sicilia

Siracusa, la necrópolis de Pantálica Patrimonio de la Humanidad

Siracusa, ciudad de mil caras y mil años de historia, fue descrita por Cicerón como «la ciudad más bonita de la Magna Grecia».

4 minutos

¿Quién puede culparle? Siracusa es una de las perlas de Sicilia, capaz de fascinar a turistas y visitantes en todos los períodos del año con su clima mediterráneo, un mar cristalino, especialidades gastronómicas únicas y colores que hacen que cada fotografía parezca una postal.

Siracusa, cruce de civilizaciones desde la antigua Grecia y cuna de Arquímedes, exhibe con orgullo las huellas dejadas a lo largo de los siglos que atestiguan su grandeza e importancia en la historia. La ciudad se incluyó en la la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en el 2005, con dos sitios distintos: la necrópolis rupestre de Pantálica y el centro histórico, ambos lugares testimonios del desarrollo de civilizaciones antiguas en este territorio.

Historia y curiosidades de Siracusa

Historia y curiosidades de Siracusa

La historia de Siracusa comenzó en el Neolítico, pero su verdadero esplendor se debe a los corintios, que la fundaron en el 733 a. C. y en poco tiempo, a partir de un núcleo inicial en la pequeña isla de Ortigia, la transformaron en una pentápolis al añadirle cuatro distritos. Como colonia griega Siracusa tuvo una larga lista de tiranos, incluido el temible tirano Dionisio (o Dionigi), que lograron transformarla en una sede de mecenas por la que pasaron Esquilo, Píndaro, Híbico, Jenofonte y Platón.

Un punto de inflexión en la cultura mediterránea se produjo con la llegada de los romanos, que saquearon la ciudad y la convirtieron en la capital de la Sicilia romana. Muchos de los monumentos romanos más emblemáticos de la ciudad se deben a este período, desde el anfiteatro hasta el gimnasio romano situado en un jardín de adelfas.

A pesar de las grandes catástrofes naturales que sufrió la ciudad en el año 500, Siracusa también ha sabido mantener y aumentar su esplendor a lo largo de los siglos hasta el punto de convertirse en la joya barroca que millones de visitantes pueden apreciar cada día.

Qué ver en Siracusa: 14 lugares ineludibles

899309082

Elegir qué ver en Siracusa no es fácil por la cantidad de lugares ineludibles que alberga. Pero quienes quieran visitar todos los lugares emblemáticos de la ciudad deben empezar por el núcleo original de Siracusa, la isla de Ortigia. Allí se encuentran el templo de Apolo, el más antiguo de Sicilia, los restos del templo de Atenea que se remonta al siglo V a. C. y luego se convirtió en catedral y el templo de Artemisa, del que hoy solo quedan en pie dos columnas.

También es de visita obligada la fuente Aretusa, un estanque que, según la leyenda, está relacionada con el mito de Aretusa y Alfeo. No te olvides de visitar la Galería Real del palacio Bellomo.

Fuera del centro de la ciudad se encuentra el teatro griego. Construido en el siglo V a. C. y transformado en la época romana, acoge cada verano las representaciones de las tragedias griegas. A unos pasos se encuentra la cueva artificial conocida como la Oreja de Dionisio por su forma y capacidad de amplificación.

Al pasear la zona también debes visitar la Grotta dei Cordari, en el complejo de las latomías, que durante siglos albergó el arte de los fabricantes de cuerdas, y la cercana necrópolis de Grotticelle, utilizada en distintas épocas y en la cual también se encuentra la tumba de Arquímedes. Completa la visita al parque arqueológico con el altar de Hierón II y los restos del anfiteatro romano.

A las puertas de Siracusa está la necrópolis rupestre de Pantálica, donde en la primera mitad del siglo XIII a. C. se refugiaron los habitantes de la franja costera, obligados a huir por la llegada de los sículos.

5 ideas sobre qué hacer en Siracusa

530309897

Cada rincón de Siracusa esconde tesoros que descubrir y vestigios del pasado. Elegir qué hacer una vez en Siracusa es fácil, pero si no quieres dejarte llevar por el azar, aquí tienes 5 recomendaciones para orientarte lo mejor posible.

Si tienes previsto visitar la isla de Ortiga por la mañana, debes hacer una parada en el mercado de Siracusa para vivir una experiencia sensorial única entre los colores de los puestos y los olores que soólo puede ofrecer un mercado local.

A pocos pasos del teatro griego se encuentra la basílica santuario de la Madonna delle Lacrime con su singular cúpula y una cripta que contiene restos romanos y tardoantiguos y la capilla de san Francisco de Asís. A unas decenas de metros se halla el Museo Aqueológico Regional Paolo Orsi, de los museos más importantes y prestigiosos de Europa por la cantidad de piezas que contiene. Construido a finales de la década de 1980, destaca en el perfil de Siracusa por sus formas modernas. 

Otra joya que no te puedes perder son las catacumbas de San Juan, un lugar de culto extraordinario por su belleza e historia que puedes visitar por tu cuenta o con la ayuda de un guía.

A unas decenas de metros puedes admirar una obra de Caravaggio: solo tienes que ir al santuario de Santa Lucía del Sepulcro, donde se expone el Entierro de santa Lucía, un óleo sobre lienzo pintado por Caravaggio en 1608.

Qué comer en Siracusa: las especialidades que hay que probar

Qué comer en Siracusa: las especialidades que hay que probar

Entre paseo y paseo, no hay que subestimar el poder regenerador de las especialidades culinarias de Siracusa. Para una parada rápida en busca de qué comer en Siracusa, hay que probar la scaccia siciliana, una focaccia rellena de muchos manjares locales, de berenjenas a salchichas, o la enrollada y con tomate.

  • Los amantes de la carne deben probar los pastizzetti, pequeñas cestas de pasta rellenas de carne picada, queso pecorino y arroz. Casi todos los restaurantes de la ciudad ofrecen dos platos típicos de Siracusa no aptos para vegetarianos: la matalotta, una sopa de pescado preparada con vino blanco, y el conejo alla stimpirata, un plato agridulce que resume los sabores de Sicilia y que también puede disfrutarse frío.

  • Si no puedes renunciar a la pasta, un plato imprescindible: la pasta fritta alla siracusana, espaguetis con anchoas, aceite de oliva y una pizca de pan rallado tostado. Los vegetarianos pueden disfrutar de la ghiotta siracusana, una deliciosa guarnición de berenjenas, pimientos y patatas.

  • La tradición culinaria de la ciudad no se limita a lo salado. Durante el periodo de Pascua, se pueden degustar pupi cu l'ovo, 'nfigghiulati y cassateddi.

En Navidad son populares los mucatoli y los mustazzoli, que también se encuentran fuera de temporada.

Y, según la tradición siciliana, ¡no olvides probar las cassatas y los cannoli con pasta de almendras!

¡Ups! Hubo un error al compartir. Acepta las cookies de perfil para compartir esta página.