La Villa Romana del Casale en Plaza Armerina

A las puertas de la Plaza Armerina, en el valle del río Gela, en las laderas del monte Mangone, se encuentra uno de los testimonios monumentales más prestigiosos de la antigüedad tardía en el Mediterráneo: la Villa Romana del Casaleconstruida en el siglo IV d. C. y decorada con encantadores mosaicos considerados los más bellos y mejor conservados de su estilo.

La historia de la Villa Romana del Casale comienza en el 320-350 d. C.: según algunos estudiosos, perteneció a un miembro de la aristocracia senatorial romana, quizás un gobernador de Roma bajo el emperador Constantino.

Según otros estudios, fue construido y ampliado por encargo directo de un altísimo funcionario imperial, Maximiano Hercúleo, tetrarca de Diocleciano.

Habitada en la época árabe, la villa fue parcialmente destruida por los normandos y posteriormente cubierta casi por completo por una avalancha de barro del monte Mangone. El descubrimiento de la villa se debe al arqueólogo Gino Vinicio Gentili, que realizó excavaciones en la década de 1950. 

La Villa Romana del Casale es uno de los mejores ejemplos de las antiguas villas romanas, tan bien conservada que sigue mostrando la vida de la clase social y económica predominante en la época romana.

En 1997 fue reconocida Patrimonio Mundial de la UNESCO por sus espléndidos mosaicos, aún en perfecto estado, que ocupan unos 3500 metros cuadrados, con representaciones de héroes y dioses, escenas de caza, juegos y vida cotidiana.

Los mosaicos de la Villa del Casale de Plaza Armerina, atraen cada año a millones de visitantes de todo el mundo, pero merece la pena empezar a recorrer el lugar desde la antigua villa.

En el punto más alto de Plaza Armerina se encuentra la Catedral, espléndido ejemplo del barroco siciliano. En la misma plaza dominada por la catedral se encuentra el Palacio de Trigona, construido a finales del siglo XVII. El edificio es uno de los ejemplos de la arquitectura civil del barroco tardío siciliano, construido en 4 niveles, hoy alberga el Museo de la Ciudad y el Territorio.

En las afueras de la ciudad, déjate cautivar por el yacimiento arqueológico de Montagna di Marzo, un macizo de 700 metros de altura que conserva los restos de la antigua ciudad de Erbesso, desaparecida en la antigüedad y redescubierta solo en los años 50.

El orgullo del lugar es el parque arqueológico de la Villa Romana del Casale, una magnífica vivienda rural rica en elementos arquitectónicos y decorativos sacada a la luz en su totalidad a finales de 2012 tras años de intensas excavaciones. 

La villa está dividida en 4 secciones y la visita comienza en la entrada monumental con su patio en forma de herradura, al que da el refinado complejo del spa. El cuerpo central de la villa está dominado por la fuente monumental y rodeado de salas que se pueden visitar para admirar los coloridos mosaicos que pavimentan todo el recinto. Al gran comedor, decorado con escenas mitológicas, se accede desde el peristilo ovoide situado al sur de la villa.

Desde allí se puede recorrer el pasillo de la Gran Caza, famoso por su mosaico que representa la captura de animales salvajes en África, y llegar a la Sala de la Pequeña Caza.

Tómate un tiempo para disfrutar identificando los temas de los mosaicos, que van desde la mitología hasta las escenas de la vida doméstica. La Villa también aloja un mosaico único: una de las pocas representaciones del deporte femenino en la antigüedad, con 10 muchachas en bikini que practican diversas disciplinas como el lanzamiento de disco, los ejercicios con mancuernas y la carrera a campo traviesa.

La Villa Romana del Casale está abierta al público de lunes a domingo de 9 a 19 horas en verano y hasta las 17 horas en invierno.

Está perfectamente conectada, no necesitarás coche. Para llegar desde el centro, tardarás solo unos minutos gracias a los autobuses que salen varias veces al día desde la plaza Falcone Borsellino o el hotel Villa Romana en la plaza Alcide De Gasperi.