Supersano

La tranquila localidad toma su nombre del término latino «super sanum», para indicar el ambiente saludable de la zona en la que se extendía el Bosco Belvedere, un bosque milenario que se remonta al periodo posglacial y que comprendía 16 municipios. En la segunda mitad del siglo XVIII comenzó la deforestación de la zona, que continuó hasta la segunda mitad del siglo XIX, dejando muy poca superficie boscosa. En el centro histórico del pueblo se alza un sólido castillo normando, remodelado en el Renacimiento. La iglesia matriz, dedicada a san Miguel, fue edificada en el siglo XVIII. El Museo del Bosco conserva testimonios históricos y arqueológicos que revelan la antigüedad de Supersano. A lo largo de la carretera provincial Supersano-Casarano se encuentra la verdadera atracción del lugar, el santuario de la Beata Vergine di Coelimanna (de 1746) con su cripta. Excavada en la roca, tiene planta irregular, suelo de tierra batida y paredes pintadas al fresco con figuras de santos con inscripciones en griego y latín. Más adelante, en la Serra del Mucurone, se encuentra el Parque Natural de la Serra di Coelimanna, inaugurado en 2008 para acondicionar las antiguas majadas, así como los senderos herbosos originados por el paso y el pisoteo de los rebaños en la zona que ahora es un oasis verde de 2000 metros cuadrados. Hoy en día, este parque es un oasis verde de 2000 metros cuadrados en el que podrás relajarte o disfrutar de actividades al aire libre: la campiña circundante ofrece extensiones de olivares y viñedos, de los que se extraen vinos IGT como el Negroamaro.