La Basílica de la Santa Cruz de Lecce, un espléndido ejemplo de estilo barroco
En el corazón de Lecce, en Puglia, se encuentra un joya de gran importancia histórica, artística y cultural: la Basílica de la Santa Cruz, el primer edificio barroco de la ciudad.
Ubicación e historia
La Basílica de la Santa Cruz de Lecce está en la Via Umberto I, en el centro histórico, junto a otra importante estructura: el antiguo convento de los Celestini o Palazzo dei Celestini.
Inicialmente, los dos edificios formaban parte de un único complejo bajo administración de los monjes, pero cuando la orden dejó de existir a principios del siglo XIX, la iglesia fue abandonada.
El palacio, en cambio, comenzó a albergar oficinas públicas, como prefectura y provincia, que aún hoy conservan esta sede.
La iglesia volvió a ser gestionada casi treinta años después por la Archicofradía de la Santísima Trinidad.
Considerada por los contemporáneos de Lecce del ´800 una iglesia excesivamente ornamentada y a veces grotesca, inauguró la temporada barroca en la ciudad, aunque la primera piedra de la iglesia fue colocada en 1353 por el conde Gualtieri VI de Brienne de Lecce. Se convirtió en basílica a principios del siglo XX con el Papa Pío X.
En el siglo XVI, la Basílica de la Santa Cruz comenzó a expandirse requisando las casas de los judíos que vivían en el barrio para encontrar espacio. Un proyecto de ampliación que duró casi doscientos años y en el que participaron varias personalidades ilustres del mundo de la arquitectura y el arte, como Gabriele Riccardi, Francesco Antonio y Giuseppe Zimbalo, Cesare Penna.
Un estilo sobrecargado de adornos
Una vez frente a la Basílica de la Santa Cruz, el visitante no puede evitar quedar impresionado por la decoración y el estilo de la iglesia, pomposo, rico, casi desbordante según los patrones y modelos barrocos.
Destacan el rosetón de la fachada de la Santa Cruz y las incrustaciones del tímpano y el balcón.
Se accede través de tres puertas encontrándose con un derroche de decoración, aunque la arquitectura es más racional que el exterior.
El altar está adornado con 12 bajorrelieves de Francesco Antonio Zimbalo y se encuentra bajo la hermosa cúpula decorada con flores, hojas y ángeles.
El ábside contiene varias escenas, como la Adoración de los Pastores, la Anunciación de María, María e Isabel y un episodio de la huida de los judíos de Egipto.
Las capillas laterales albergan verdaderas obras maestras del arte religioso, ricas en detalles y ornamentación.
Una curiosidad En la Basílica de la Santa Cruz de Lecce hay 16 altares (entre ellos dos obras maestras de Cesare Penna) y un magnífico fresco del 1500 de la Virgen de Constantinopla.
Un lugar donde conviven el misticismo, la magia y la belleza, hechizando a quienes cruzan su umbral.