Giovinazzo

La parte más significativa y evocadora de Giovinazzo es sin duda la del pequeño promontorio situado detrás del pequeño puerto, que en los últimos años ha sido objeto de un programa de recuperación. Cercada por murallas en el siglo XV, la ciudad contiene testimonios arquitectónicos que documentan la historia del asentamiento desde la época romana hasta la medieval y barroca. La plaza principal es Vittorio Emanuele, que se distingue por la amplitud y riqueza de los edificios que la rodean. Al colocarse en el centro de la plaza, en correspondencia con la «fontana dei Tritoni» (fuente de los Tritones), se percibe mejor su particular forma de trapecio. En el centro histórico, tranquilo durante el día y festivamente animado por la noche, recorriendo las murallas de Via Cattedrale se llega a la catedral de Santa Maria Assunta del siglo XII en Piazza Duomo. Aquí también se encuentra el imponente palacio Ducal, un edificio de corte del siglo XVII que muestra su riqueza arquitectónica, especialmente en la fachada que da al mar, cerca de los restos de las murallas romanas. Es agradable pasear por las calles del centro, donde podrás admirar edificios de singular aspecto y algunos lugares de culto, como la iglesia del Espíritu Santo o la Iglesia de la Madonna di Costantinopoli, del siglo XVI.