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Espiritualidad
Veneto

Padua y su patrón

La ciudad de Padua está inseparablemente ligada a la figura de San Antonio, monje franciscano del siglo XIII, venerado en todo el mundo y patrono de la ciudad.

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La ciudad de Padua está inseparablemente ligada a la figura de San Antonio, monje franciscano del siglo XIII, venerado en todo el mundo y patrono de la ciudad. Arduo defensor de la doctrina católica, combatió la herejía cátara, especialmente en Francia, con gran vigor y notable éxito. Se transfirió a Padua, murió a los 36 años y, por los milagros que se le atribuyeron, fue canonizado un año después de la muerte por Gregorio IX. Sus reliquias se custodian dentro de la iglesia de Santa María Mater Domini. Al lado del convento fundado por él en 1229. Es esta iglesia el núcleo del que parte la construcción de la Basílica de san Antonio que la incluye como Capilla de la Vírgen Mora. Los trabajos llevados a cabo en la basílica comenzaron en el 1200, con posteriores modificaciones y restauraciones de la estructura y del interior durante todo el 1900.

Basílica de San Antonio de Padua

Basílica de San Antonio de Padua

La característica arquitectónica principal de la Basílica es la armonización de los distintos estilos: la fachada es románica, los contrafuertes presentan arcos de estilo gótico, las cúpulas son de influencia bizantina, mientras que los dos campanarios gemelos recuerdan los minaretes árabes. De indiscutible valor es el altar mayor, realizado por Donatello en la mitad del Cuatrocientos. El altar, cuya estructura arquitectónica original no se conserva, se caracteriza por las numerosas esculturas de bronce, entre las que destacan siete estatuas y veintidós relieves. El relieve más importante es la Deposición de Cristo, el único que no es de bronce sino de piedra calcárea en parte pulida con partes policromadas.

Entre los lugares de interés citamos la Capilla del Santísimo.
Es la primera capilla de la nave derecha, de planta cuadrada, con cuatro columnas en los ángulos. Se conserva la Eucaristía. Se la conoce también como Capilla de los Gattamelata, porque fue encargada por la familia del condotiero Erasmo da Narni (apodado Gattamelata) como lugar para su tumba, que aparece en la pared izquierda. La capilla, de estilo gótico, se terminó en el 1458, sufriendo modificaciones a lo largo de los siglos.

Prosiguiendo a lo largo de la nave derecha, se llega al transepto que se cierra con la Capilla de Santiago y San Félix. Realizada en estilo gótico en los años 70 del Trescientos, la capilla fue inicialmente dedicada a Santiago, desde el 1503 se albergaron también las reliquias de San Félix. Llama la atención los numerosos frescos presentes, entre los que destaca el de la Crucifixión, obra maestra de Altichiero da Zevio.
Prosiguiendo por la izquierda se llega a la primera capilla deambulatorio. La Capilla de las Bendiciones que destaca por sus frescos de Pietro Annogoni.

Llegando al centro del deambulatorio nos encontramos con la barroca Capilla del Tesoro, realizada por el escultor Filippo Parodi que alberga numerosas reliquias, incluyendo las del santo, las ofertas de agradecimiento y devoción de ilustres peregrinos y adornos litúrgicos. En la parte norte se abre la Capilla del Beato Luca Bellludi, que alberga la tumba del mismo, sucesor de San Antonio.

La Capilla de la Tumba de San Antonio
Esta capilla llamada desde el principio “Arca” es obra de Tiziano Aspetti. El altar presenta tres estatuas: la de San Antonio en el centro, flanqueada por la de San Buenaventura y San Ludovico de Tolosa. Detrás del altar se sitúan nueve bajorrelieves, realizados por distintos artistas, que acompañan el recorrido alrededor de la tumba.

Concluimos nuestro itinerario con una visita a los espléndidos claustros de la Basílica, empezando por el Claustro del Noviciado. Construido en el siglo XV en estilo gótico, desde él disfrutamos de una espléndida vista de la Basílica. Continuando nuestra visita nos encontramos con el Claustro de los Magnolios: llamado así por el gran y llamativo magnolio plantado en el siglo XIX en el centro del Claustro. También de estilo gótico es el Claustro del General, presidido por las habitaciones del General de la Orden. El lado oeste alberga la Exposición Antoniana. Por último, llegamos al grandioso Claustro del Beato Luca Belludi, también de estilo gótico, construido en el siglo XV.

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