5 maneras de experimentar el calor de las Termas de Abano y Montegrotto en invierno

Si, cuando llega el invierno, sentís una fuerte necesidad de bajar el ritmo y de tomaros un descanso para relajaros y mimaros en un ambiente cálido, es el momento de unas vacaciones en las Thermae Abano Montegrotto, un antiguo complejo termal situado en el Véneto, conocido y apreciado desde la época de los antiguos romanos.

Lo primero que hay que hacer al llegar al hotel es darse un chapuzón en la piscina. Os sentiréis plenamente relajados, sumergidos en el calor constante del agua rica en sal, bromo y yodo, con efectos muy beneficiosos para el organismo. La singularidad de las Thermae Abano Montegrotto radica en el hecho de que el agua surge de los manantiales del hotel a temperaturas mucho más altas, en torno a los 80 °C, y que luego es enfriada, hasta obtener la temperatura ideal, entre 30-35 °C.

Las piscinas cubiertas están conectadas a las exteriores a través de prácticos pasajes, que permiten salir al exterior, incluso cuando hace más frío. La experiencia más mágica es contemplar desde la piscina el momento del atardecer y la puesta de sol, incluso con lluvia o nieve, envuelto y protegido en vuestra nube de vapor. ¡Tenéis que probarlo!

El Parque Natural de Colli Euganei ofrece una serie de rutas y puntos panorámicos, que en la estación fría adquieren aún más encanto.

El otoño en las Colinas Euganeas hace gala de una infinidad de tonos cálidos, que transforman los bosques de las colinas meridionales en un espectáculo de colores: el follaje será el fondo perfecto para vuestras fotos más sugestivas. Por el contrario, los que prefieren un entorno más montañoso, pueden pasear entre los altos castaños de las colinas del norte, sobre un mullido tapiz de hojas de colores.

La naturaleza euganea ofrece ambientes muy románticos, incluso cuando la niebla desciende sobre la llanura y la campiña situada al pie de las colinas. Cuando las temperaturas de las cotas más altas es superior a las cotas inferiores, se origina el fenómeno de la inversión térmica: desde los puntos panorámicos más altos, el paisaje os parecerá inmerso en un mar de nubes flotantes, de las que solo verás emerger los picos, a semejanza de islas en el mar. A pesar del clima bastante templado, no son raras las nevadas, especialmente en los primeros meses del año: durante un agradable paseo tonificante en la nieve tendréis la oportunidad de admirar un paisaje de cuento de hadas y, con algo de suerte, incluso de ver algunos animales salvajes.

Entre los tratamientos que podéis disfrutar en el paraíso euganeo del bienestar, los más apreciados son, sin duda alguna, los que utilizan barro termal, uno de los elementos distintivos de las Termas de Abano Montegrotto y uno de los más famosos del mundo.

De hecho, este fango en particular es un producto patentado, incomparable y con efectos sorprendentemente beneficiosos para el cuerpo humano. ¡El barro euganeo es una verdadera medicina natural con propiedades únicas!

En los centros termales de los hoteles de Abano y Montegrotto, el fango extraído de los lagos cercanos de Lispida y Costa es madurado y enriquecido con cianobacterias y microalgas de las aguas termales. Está comprobado que este barro estimula la producción de endorfinas, que son neurotransmisores que nos ayudan a reducir el estrés y a sentir una sensación general de euforia y bienestar. Además, la acción desintoxicante, remineralizante y antiinflamatoria del barro alivia los dolores de huesos, articulaciones y cartílagos, ayudándoos a recuperar el bienestar y la tonicidad para vuestras próximas aventuras.

Paseando por las calles de la isla peatonal de Abano o por el Viale delle Terme en Montegrotto, uno se siente como en vacaciones durante todo el año. ¡Aquí encontraréis muchas oportunidades para divertiros y, sobre todo, muchas oportunidades para ir de compras! 

Si sois de los que nunca regresa con las manos vacías de un viaje y buscáis un recuerdo único, o queréis haceros un regalo a vosotros mismos, ninguna de las dos ciudades termales os decepcionará.

En los centros de las Termas Euganeas hay que perderse entre las tiendas de calzado y las boutiques, las perfumerías y las joyerías. Por último, tampoco faltan las sorpresas para el paladar en las numerosas tiendas de alimentación, donde descubriréis las exquisiteces gastronómicas locales.

Y a este escenario ya de por si tentador se añadirá un toque mágico más si pasáis aquí las Navidades, cuando las luces iluminan las ciudades y los escaparates se visten de gala…Durante un paseo por el centro, podréis deteneros a saborear una buena copa en una enoteca o disfrutar de un chocolate caliente en una elegante pastelería, del ambiente festivo visitando los mercados navideños y asistiendo a originales eventos y espectáculos.

Una visita cercana e irrenunciable para quien se aloja en las termas es el pequeño burgo de Arquà Petrarca. A las callejuelas del pueblo se asoman enotecas y restaurantes, a menudo, instalados en el interior de edificios históricos. Aquí, la

la propuesta de platos y vinos es abundante, especialmente en la temporada de invierno, gracias a la enorme variedad de productos típicos y platos de la tradición del Véneto, que encajan perfectamente en el ambiente del pueblo.

¡Pero no solo en Arquà, sino también en todo el territorio de las colinas Euganeas podréis degustar las exquisiteces locales a través de una inmersión gastronómica sin igual!

Comencemos con el aperitivo: no dudéis en elegir los "spunciotti", que son los clásicos aperitivos típicos del Véneto elaborados con productos km 0, como el Prosciutto Veneto Berico Euganeo D.O.P, y acompañados con una copa de vino. También tenéis que probar el "Godì" y el "Spritz euganeo", los nuevos aperitivos euganeos que utilizan exclusivamente vinos y licores locales.

Entre los primeros platos, los más populares son los "bigoli al torcio", la pasta típica véneta que se sirve generalmente con ragú de carne de caza, y los segundos platos típicos de las fiestas navideñas, como el "Gran Bollito", la oca "in onto" y la pechuga de pato estofado, para regar con los excelentes vinos tintos de corte bordelés producidos en las laderas de las colinas volcánicas euganeas.

Para terminar con una nota dulce, no os olvidéis de probar las galletas "Zaèti" y los licores de la empresa Luxardo de Torreglia o el Brodo di Giuggiole de Arquà Petrarca, para saborear con los dulces o después del café. Y, para el brindis, no puede faltar el Fior d'Arancio DOCG (denominación de origen controlada y garantizada), un moscatel amarillo, que podéis encontrar en la versión tranquilo, passito (de pasas) o espumoso. Este vino "sedoso" e intenso combinará a la perfección con el ambiente romántico de vuestras vacaciones.