En las afueras de Venecia: naturaleza, cultura, tradición y buena comida
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Puedes visitarlas a pie o en bicicleta, descubriendo pequeños pueblos y lugares con una historia lejana de antiguas tradiciones.
Lejos de la multitud de la Plaza de San Marcos, existe una Venecia insólita para explorar a paso lento. Desde las islas de la laguna, dominadas por la tranquilidad y el silencio, que se descubren navegando a bordo de los bragozzi, los coloridos barcos de pesca típicos de la laguna, hasta los paseos por los parques en los alrededores de la ciudad.
Torcello: el mítico lugar de los orígenes de Venecia
Torcello es el destino perfecto para los amantes del arte y de la historia. Al desembarcar en esta isla, ahora casi deshabitada e inmersa en una atmósfera surreal, encontrarás el famoso Puente del Diablo, uno de los pocos puentes sin parapetos, en torno al cual se cuentan intrigantes leyendas. La visita continúa hacia la Basílica de Santa María Assunta, con sus espléndidos mosaicos de la escuela bizantina de los siglos XI y XII, entre los que se encuentra una de las primeras representaciones del Juicio Final.
Desde el campanario de la Basílica disfrutarás de una vista única de la laguna. No te pierdas la visita a la iglesia de Santa Fosca. Torcello atestigua la historia de los pueblos que aquí se asentaron hace unos 1500 años, huyendo de las invasiones bárbaras, y que convirtieron la isla en el centro político y religioso de la laguna antes de la fundación de Venecia.
La isla de San Lázaro de los armenios: un rincón de Armenia en la laguna de Venecia
Murallas de San Lázaro de los armenios
Ocupada por el Monasterio de los Monjes Armenios de la Orden Mekhitarista desde 1717, a solo 20 minutos en vaporetto de la Plaza de San Marcos, la isla es uno de los principales centros de cultura armenia del mundo. El monasterio, abierto al público, conserva un patrimonio científico y literario de inestimable valor, y el verdadero "tesoro" de la isla es su biblioteca, donde se custodian antiguos volúmenes y manuscritos. En el interior del monasterio, además de la imprenta de finales del siglo XVIII, hay una galería de arte con obras de pintores armenios y un museo que alberga hallazgos arqueológicos de diversa procedencia, como la momia egipcia de Nemen Khet Amen.
Forte Marghera: un día de cultura a las puertas de Venecia
La Fortaleza Marghera, construida para defender la ciudad de la laguna, es hoy un monumento de gran interés, rodeado de un hermoso parque público. Acoge numerosas exposiciones de arte y diversos actos culturales. Alberga el Museo histórico-militar de Forte Marghera, la Biblioteca del Centro de Estudios para la Valorización de la Arquitectura Militar y los Sistemas de Defensa e interesantes exposiciones de los Museos Cívicos y la Bienal de Venecia. Durante el verano, los espacios soleados de la fortaleza acogen festivales y eventos, y el muelle se convierte en un punto de encuentro para aperitivos y sesiones de DJs con vistas a la laguna.
La isla de San Erasmo: la huerta de Venecia, una excursión en contacto con la naturaleza
Conocida como la huerta de Venecia, San Erasmo es una de las mayores islas de la Laguna. Destino ideal para un día de deporte al aire libre, se presta a excursiones en bicicleta o a pie. Su fondo marino es ideal para realizar una excursión en kayak entre los bancos de arena, hasta la isla de San Francesco del Deserto para admirar la antigua ermita, pasando por el Lazzaretto Nuovo.
Renombrada por las exquisitas alcachofas violetas de Sant'Erasmo y las vides de uva Dorona, la isla también produce diversas variedades de frutas y verduras: merece la pena sentarse a degustar los deliciosos platos típicos acompañados de vino local. No te pierdas la Torre Massimiliana, que acoge exposiciones de arte y eventos, y la Iglesia dedicada a Cristo Rey, que alberga una pintura de Tintoretto, el Martirio de Sant'Erasmo.
La aldea de Malamocco: una pequeña Venecia
La antigua aldea de Malamocco es una verdadera joya, característica y pintoresca, el lugar perfecto para una excursión fuera de la ciudad. Con sus casas bajas, sus calles estrechas y sus canales, es una pequeña Venecia, un destino ideal para quienes deseen explorar la Serenísima fuera de los caminos trillados. En Malamocco se encontraba la casa-estudio del gran dibujante veneciano Hugo Pratt, donde se concibieron y crearon muchas de las historias de su Corto Maltese, uno de los personajes de cómic más conocidos a nivel italiano e internacional. Merece la visita el Palacio del Podestà o Pretorio, de estilo gótico veneciano, hoy centro de exposición permanente de hallazgos arqueológicos, y la iglesia de Santa Maria Assunta, antigua sede episcopal, que data del siglo XII.
La isla de Pellestrina: un rincón escondido de la laguna
Pequeños pueblos con casas de colores, huertas y jardines, pequeños restaurantes donde degustar la auténtica cocina lagunera con sus platos de pescado, playas de arena, un tranquilo paseo marítimo para pasear y cuarenta hectáreas de reserva natural protegida: así es la isla de Pellestrina. Puedes desplazarte a pie, en autobús o en bicicleta por la Ruta Ciclista de las Islas de Venecia. Sus pueblos, donde el tiempo parece detenerse, conservan antiguas tradiciones como el encaje de bolillos y los típicos bossolà, anillos de pan crujiente. No te pierdas el pueblo de San Pietro in Volta, con su iglesia del siglo XVIII, y Pellestrina, una pintoresca aldea de casas de los siglos XVI y XVII.