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Espiritualidad
Veneto

La Capilla de los Scrovegni en Padua

La Capilla de los Scrovegni de Padua es una obra maestra absoluta del arte.

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Hoy se puede visitar sólo en pequeños grupos y previa reserva. Construida por deseo de un rico y potente usurero, Enrico Scrovegni, fue decorada con frescos realizados por Giotto en 855 días, entre 1302 y 1305. Destinada a ser usada como capilla familiar aneja al deslumbrante palacio, construido sobre un anfiteatro romano del año 60 a.C., su interior presenta casi 1000 metros cuadrados de pinturas dedicadas al Antiguo y Nuevo Testamento.

La Capilla

La Capilla

Dedicada a la Virgen de la Anunciación, como protectora del alma de Reginaldo Scrovegni, padre de Enrico (colocado en la Divina Comedia por Dante en el Infierno debido a sus actividades de usura), se presenta como un ambiente único con un presbiterio al fondo que acoge el sarcófago del comitente. Una arquitectura sencilla, quizás del mismo Giotto, con ventanas estrechas y altas y decorada con una con trifora gótica en la fachada.

Para decorar la capilla, se encargó a Giovanni Pisano realizar tres estatuas de altar de mármol de la Virgen con el Niño entre dos diáconos y a Giotto llevar acabo el ciclo de frescos. El pintor en aquel momento se encontraba en Padua decorando la Basílica de San Antonio, siendo ya conocido por su trabajo en la Basílica de San Francisco de Asís y en la de San Juan de Letrán en Roma, además de por el famoso Palacio de la Ragione de Padua, otra obra maestra del siglo XIV.

Para el ciclo pictórico se usó la técnica del fresco – llamada así porque se pintaba sobre el encalado fresco, aplicando el color antes de que se secase para que se conservara adecuadamente – y destaca por los maravillosos efectos cromáticos, gracias en parte al famoso y costoso azul ultramar, que Giotto obtenía usando pigmentos que llegaban a Venecia de toda la cuenca mediterránea.

Giudizio Universale

Contando distintas historias del Viejo y Nuevo Testamento, entre las pinturas surge el Juicio Universal, que ocupa toda la fachada de la capilla y que representa a Cristo Rey entre los apóstoles sobre las fuerzas del mal que se llevan a los pecadores a las profundidades.
La sensación del conjunto para el que se encuentra dentro de la capilla es la de estar dentro de un arca con numerosos ojos de buey que enmarcan los tondos de las imágenes de Cristo entre evangelistas y profetas.

Destacan además las escenas con las virtudes y los vicios capitales, un auténtico vademécum de comportamiento para los cristianos de la época.
Bajo la cubrición abovedada, que representa un cielo estrellado sostenido por falsos mármoles pintados, las formas aparecen naturales y realísticas con amplios drapeados que narran de un modo visual un pedazo de historia del cristianismo, inspirado en el teólogo San Agustín.
Giotto terminó la obra siendo aún joven, tenía menos de cuarenta años, y es considerada en todo el mundo al mismo nivel que la Capilla Sixtina de Miguel Ángel en Roma.

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