Más de 6000 ejemplares en el Jardín Botánico de Padua
Es el jardín universitario más antiguo del mundo y está situado en la ciudad de Padua. Creado en 1545 para el cultivo de plantas medicinales, esta maravilla natural y arquitectónica, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997, conserva casi siete mil especies de plantas, divididas específicamente por categorías, para permitir su observación y estudio. Una variedad de ejemplares única en su sector, rica en historia.
El nacimiento y la estructura del Jardín
Creado para el cultivo de las llamadas plantas simples, es decir, aquellas medicinas que provienen directamente de la naturaleza, el Jardín Botánico de Padua fue inaugurado en 1545, dentro de un ambiente cultural renacentista que se refleja claramente en su arquitectura: los ideales de orden, equilibrio y geometría predominan en el antiguo jardín.
La forma trapezoidal del terreno disponible, anteriormente propiedad del cercano monasterio de Santa Giustina, condicionó la disposición del Jardín, creado según una estructura circular en la que se inscribe un cuadrado, subdividido, a su vez, por dos avenidas perpendiculares que lo convierten en cuatro cuadrados regulares más pequeños. Los cuatro "cuartos" están adornados con parterres que, en consonancia con el fervor científico de la época, forman elegantes diseños geométricos, todos diferentes entre sí. Unos años después de la fundación, para evitar los continuos robos nocturnos de las preciadas plantas medicinales, (¡sí, has leído bien!) se construyó un muro circular de cerramiento.
Las modificaciones posteriores no han alterado fundamentalmente el diseño original. Los cuatro portones monumentales de entrada y las fuentes en el centro de cada cuarto datan del siglo XVIII, mientras que del siglo XIX proceden los tres relojes de sol, cúbico, esférico y cilíndrico, el "teatro botánico" y el hemiciclo, con capacidad para cien estudiantes, que todavía se utiliza hoy en día para conferencias y reuniones.
El Jardín de la Biodiversidad y los talleres educativos
A su estructura original se ha añadido recientemente el Jardín de la Biodiversidad, con una muestra de unas 1.300 especies, agrupadas en ambientes homogéneos en cuanto a humedad y temperatura. También se ofrecen aquí talleres educativos para escuelas y grupos de estudiantes y adultos. Más de diez recorridos temáticos, con visitas guiadas o en modo digital, que cuentan con un encargado conectado a distancia, y el envío al centro educativo de una caja de la ciencia, con todo el material necesario. La duración de cada taller oscila entre 60 y 90 minutos.
Padua, Patrimonio de la Humanidad
La densa red de relaciones internacionales y la profunda influencia ejercida en el ámbito de la investigación han hecho que el Jardín Botánico de Padua se convierta en un bien cultural incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
De hecho, supone una gran contribución al sector de las ciencias botánicas y un testimonio excepcional de una antigua tradición cultural. "Cuna de la ciencia, del intercambio científico y de la comprensión de la relación entre la naturaleza y la cultura", ha contribuido al avance de muchas disciplinas científicas modernas, desde la botánica hasta la medicina, pasando por la química, la ecología y la farmacia.
Descubrir los árboles históricos entre lo virtual y lo real
¿Os habéis quedado con ganas de visitar el Jardín? Si sois una familia, debéis saber que tenéis una entrada ad hoc. En cualquier caso, las visitas también podéis realizarlas en forma digital, desde el salón de vuestra casa, gracias a la galería de imágenes de la visita virtual, pero, por supuesto, la experiencia en vivo es inolvidable. En ambos casos, la exploración permite observar cómo va cambiando el Jardín a lo largo de las estaciones.
La palmera de Goethe y las plantas insectívoras
Hay dos cosas que no debes perderte. La sección dedicada a los árboles históricos, entre los que se encuentra una palmera de San Pedro de 1585, la más antigua del Jardín de Padua, también conocida como la palmera de Goethe, porque se dice que inspiró al escritor alemán, que visitó Padua en el otoño de 1786, a elaborar su teoría sobre la metamorfosis de las plantas.
También puedes ver las colecciones de plantas medicinales e insectívoras. Por cierto, el uso de insecticidas está absolutamente prohibido en el Jardín Botánico de Padua: el control de los insectos y ácaros que dañan las plantas se lleva a cabo mediante estrategias de control biológico integrado.