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Cicloturismo
Umbría

Ciclovía del Río Nera: ciclismo a través de bosques y cascadas

2 minutos

Pedalear sin prisa por una ruta fácil, perdiéndote en tus propios pensamientos y en la naturaleza salvaje y fragante de la Valnerina.

Sigue la ciclovía del río Nera, de 28 kilómetros, a través del lado umbro del valle, quedarás satisfecho.

De Sant’Anatolia di Narco al Marmore

narco anatolia

El itinerario que proponemos parte de Sant’Anatolia di Narco y termina frente a las espectaculares cataratas de Marmore, pasa a través de una serie de pequeños pueblos, discurriendo durante largos tramos en paralelo a la Via di Francesco. Este último, forma parte de un camino único, que se recorre a pie o en bicicleta, para llegar a Asís siguiendo las huellas del patrón de Italia, y continuar después hasta Roma.

Pedaleando, como cantaba Riccardo Cocciante, te encontrarás bordeando el río Nera, pasando por bosques sombríos y pueblos pintorescos, en un entorno natural que te regenerará.

Como dentro de un cuento de hadas

como dentro de un cuento de hadas

El carril bici de Nera, une el antiguo ferrocarril Spoleto-Norcia con la baja Valnerina y los lugares de cuento de los alrededores. Te emocionarás al recorrer parte de esa ruta ya en desuso, pedaleando por puentes y túneles en los que la vegetación, con el tiempo, ha creado decoraciones perfectas.

En la antigua Sant’Anatolia di Narco, párate a admirar el castillo bajomedieval que domina la ciudad: la estructura data de la segunda mitad del siglo XII, mientras que las murallas se construyeron dos siglos después.

Siguiendo la ruta, encontrarás pueblos locales que merecen una parada. Scheggino, de origen medieval, con su hermosa torre semidestruida de la misma época; Ceselli, que se encuentra a 317 metros de altitud y cuenta con poco más de un centenar de habitantes; Arrone, sede de los deportes en contacto con la naturaleza; y, por último, Casteldilago, con su iglesia dedicada a San Valentín.

Mención aparte merece Ferentillo, al que hay que dedicar un poco más de tiempo por la belleza de sus dos fortalezas, que son su símbolo. El pueblo alberga el Museo de las Momias, que expone los cuerpos de los antiguos habitantes y data del siglo XIX.

A las afueras del centro de la ciudad, hay un peñasco famoso entre los escaladores: si eres aficionado a la escalada, te proponemos una excursión de la que no te arrepentirás.

Y finalmente la cascada

finalmente cascada

Suave y agradable durante todo el recorrido, la ruta se vuelve ligeramente más desafiante en el último tramo: sólo algunos baches y una subida de un kilómetro antes de llegar a Terni y su centro histórico. Pero vamos: ya casi has llegado al final de tu paseo. Los últimos kilómetros rodean el bosque, un pequeño túnel, un pequeño puente que lleva al Belvedere y, ¡vaya! Las imponentes cataratas Marmore.

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