Saltar el menú
Espiritualidad
Umbria

Gubbio y la Fiesta de los “Ceri”

Construida en la pendiente del Monte Ingino y atravesada por el Camignano, Gubbio es una magnífica ciudad medieval de Umbría.

3 minutos

Rica de historia y monumentos que desde siempre ha fascinado a ilustres viajantes y escritores, como Gabriele D’Anunzio o Herman Hesse para el cual “Produce un efecto absolutamente sorprendente y tiene algo de inverosímil y perturbador””.

Gubbio

Gubbio - Teatro romano

Testigos  de su mayor grandeza son las “Tablas Eugubinas” del siglo III-I a.C (siete tablas de bronce escritas en lengua umbra conservadas en el Museo Cívico, consideradas uno de los más importantes documentos itálicos), los restos de teatro romano (finales del siglo I a.C.,  inmediatamente fuera de la muralla) y numerosos hallazgos de la Edad de Bronce. Sin embargo es el aspecto medieval el que emerge de la ciudad hoy, con la disposición urbana tal y como nació en el período en que se crearon los municipios, conservada intacta incluso en sus edificios, con el material original y característico: la piedra.

Gubbio - Piazza Grande

Una vuelta por la sugestiva Gubbio debe partir del magnífico centro monumental de la Plaza Grande (finales del XV), también llamada Plaza de la Señoría, que alberga los edificios públicos, en pasado sede de las dos magistraturas civiles: el Palacio de los Cónsules, imponente construcción de estilo gótico completada hacia el 1340, que hoy acoge el Museo Cívico y el incompleto Palacio de la Podestá, hoy Ayuntamiento.
Además destaca el Palacio Ducal edificado a partir del diseño de Francesco di Giorgio Martini, por voluntad de Federico de Moltefeltro. No hay que perderse las seis puertas que se abren a lo largo de las murallas, edificadas a finales del siglo XIII y bien conservadas: en algunas de ellas son visibles fragmentos de decoración pictórica, escudos de la ciudad y antiguos batientes de madera.De notable interés es la Catedral de los Santos Mariano y Santiago (siglos XIII-XIV) con la fachada decorada con los símbolos de los evangelistas (tetramorfos): el águila de San Juan, el león de San Marcos, el ángel de San Mateo y el toro de San Lucas, el interior se dispone a través de una única nave restaurada al inicio del siglo XX.

Basilica di Sant’Ubaldo

No hay que olvidar las iglesias de San Agustín, San Doménico, San Pedro y San Juan y la iglesia de San Francisco (siglo XIII) en cuyo ábside se pueden admirar los bellos frescos de Ottaviano Nelli.Aquí, en la amplia plaza a los pies de la ciudad, en un tiempo lugar de mercado, se puede admirar la larga “Loggia dei Tiratori”, edificada en 1603 por la corporación de tejedores de lana que la utilizaban como espacio para planchar los tejidos.Es casi una obligación hacer una excursión por los alrededores de Gubbio, donde se encuentra la garganta de Bottaccione con construcciones de varias épocas, desde el acueducto medieval a la ermita de San Ambrosio o a la iglesia de la Vittorina (siglo XII), construída en el lugar en el que, según la tradición, San Francisco se encontró con el lobo de Gubbio.Para concluir  se aconseja una vista a la Basílica de San Ubaldo, casi en la cima del Monte Ingino y accesible a través de un cómodo teleférico, que conserva el cuerpo incorrupto del santo patrón de la ciudad y los “ceri” de Gubbio.

La Festa dei Ceri

La Festa dei Ceri

Si svolge ogni anno il 15 maggio, alla vigilia della festa del protettore Sant’Ubaldo. I Ceri sono tre alti e pesanti manufatti lignei sormontati dalle statue di Sant’Ubaldo (patrono dei muratori), di San Giorgio (protettore dei merciai) e di Sant’Antonio Abate (protettore degli asinari e dei contadini).

Essi vengono portati a spalla e di corsa per le vie della città fino alla Basilica di S.Ubaldo, sulla vetta del monte Ingino, dai ceraioli. Un suggestivo cerimoniale precede la corsa: In Piazza Grande, a mezzogiorno, ha luogo la spettacolare “alzata” dei Ceri e i loro tre giri della piazza. Dopo aver effettuato la “mostra” per le vie della città, vengono deposti in via Savelli fino al momento della corsa.

Nel pomeriggio inizia dal Duomo la processione con la statua di Sant’Ubaldo fino in cima a via Dante, ove il Vescovo benedice i Ceri, che iniziano così la loro corsa per le principali vie della città. Tornati in Piazza Grande compiono altri tre giri e arrivano alla Porta dell’Angelo ove inizia l’ascesa al monte Ingino.

I Ceri vengono deposti nella Basilica di Sant’Ubaldo, mentre le statuette dei tre Santi sono riportate in città tra canti e fiaccolate. La festa è forse riconducibile ad antichi riti propiziatori di primavera, ma solo il suo carattere cristiano e celebrativo in onore di Sant’Ubaldo è storicamente provato per via documentaria.

¡Ups! Hubo un error al compartir. Acepta las cookies de perfil para compartir esta página.