Un día en Gubbio, la ciudad de piedra de Umbría
Es conocida como la «ciudad de piedra» y se encuentra en la ladera del monte Ingino: Gubbio te conquistará a primera vista con su encanto medieval, que debes descubrir en su laberinto de callejuelas y callejones.
La larga historia de Gubbio
Los orígenes de Gubbio hunden sus raíces en la antigua civilización umbra, como lo demuestran las llamadas tablas eugubinas, escritas en lengua umbra y que se remontan a los siglos III-I a. C. Se pueden admirar en las salas del museo municipal, situado en el palacio de Consoli.
La edad dorada de Gubbio comienza en el siglo XI, en la época de las comunas medievales. Bajo la dirección del obispo Ubaldo, en el siglo XII la ciudad venció en una guerra contra Perugia. Mientras tanto, se difundían las artes y los oficios, incluida la elaboración de las mayólicas. En el siglo XIV, la ciudad asumió la fisonomía que todavía conserva hoy en día. A esa época se remontan algunos de los palacios más bellos de Gubbio.
Un paseo por el centro
Comienza tu recorrido desde la joya de Gubbio, Piazza Grande o Piazza della Signoria, una plaza «colgante» con vistas a la ciudad. A sus lados se encuentran los edificios públicos de la ciudad: el palacio de Consoli, de estilo gótico, y el palacio Pretorio, uno frente al otro. Echa un vistazo también al palacio Ranghiasci Brancaleoni, que se encuentra en la misma plaza.
A pocos pasos se encuentra el palacio Ducale, de estilo renacentista. Desde los jardines del palacio Ducale se tiene una bonita vista de la ciudad. Presta atención a la puerta alta y estrecha al lado del gran portón: es la puerta del Morto (Muerto). Según la leyenda, por aquí pasaban los ataúdes de los difuntos. A lo largo de las murallas, que se encuentran justo encima del palacio y se remontan al siglo XIII, se abren seis puertas, algunas de las cuales todavía están decoradas con pinturas y los escudos de armas de la ciudad.
Entre las iglesias, no debes perderte la catedral de Santi Mariano e Giacomo. También vale la pena visitar la iglesia de San Francesco, construida en los terrenos de la antigua familia de los Spadalonga y en la que se acogió al santo después de dejar la casa de su padre y todos sus bienes. Se encuentra a los pies de la ciudad, donde en la Edad Media se celebraba el mercado y donde todavía se conserva la larguísima Loggia dei Tiratori, construida en el siglo XVII por el gremio de tejedores. Aquí tendían los paños de lana recién tejida.
Sin embargo, la verdadera maravilla de Gubbio es la fuente de los Matti (Locos), frente al palacio del Bargello. Todo el mundo puede obtener el certificado de loco dando tres vueltas alrededor de la fuente y dejándose mojar en presencia de un habitante de Gubbio que dé fe del hecho.
Dónde ir en los alrededores
Basta con salir de las murallas medievales de Gubbio para descubrir un mundo de sorpresas: el teatro romano, el mausoleo romano, no muy lejos, la abadía de San Secondo, la Madonna del Prato, del siglo XVII, repleta de estucos, y la iglesia de la Vittorina, construida justo donde, según la leyenda, san Francisco se encontró con el lobo.
La garganta del Bottaccione
En los alrededores de Gubbio se encuentran las gargantas del Bottaccione, ideales para una excursión al aire libre. Es una profunda garganta originada por la erosión del arroyo Carmignano, aunque también está repleta de testimonios históricos. Hay un acueducto que discurre a lo largo de la garganta y que se remonta a la Edad Media.
En la garganta también se encuentra el monasterio de Sant'Ambrogio, situado cerca de una ciudadela prehistórica que data del Paleolítico. La ermita es del siglo XIV y era conocida por sus estrictas reglas, así como por su posición inaccesible que garantizaba el silencio y la soledad. Empieza la visita por las cuevas subterráneas y termina con los frescos de la iglesia.
En la cima del monte Ingino: la basílica de Sant'Ubaldo
La basílica de Sant'Ubaldo se encuentra justo en la cima del monte que vigila Gubbio, pero no te preocupes, si no tienes ganas de escalar, puedes llegar hasta ella con un cómodo teleférico y tendrás toda la ciudad a tus pies. Aquí se custodia la urna con el cuerpo de san Ubaldo, patrón de Gubbio. Y hasta aquí llega también la famosa carrera de la Festa dei Ceri del 15 de mayo.
La iglesia es de origen medieval, pero durante el siglo XVI se amplió añadiéndole el convento y el claustro. No te dejes engañar por la sencillez del exterior, entra para admirar la riqueza de las cinco naves y las vidrieras con historias que narran la vida de san Ubaldo.