Las naranjas rojas de Sicilia, más que una fruta, un manjar
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Maupassant escribió que "Sicilia es la tierra de las naranjas, de la tierra florida cuyo aire, en primavera, es todo perfume". Le darás la razón mientras paseas por la mítica tierra que todos querían conquistar por su belleza y riqueza. Uno de los tesoros que hay que descubrir son las naranjas sanguinas sicilianas.
Se cultivan exclusivamente en la llanura de Catania y en partes de Enna y Siracusa y han recibido la insignia I. G. P. de la Unión Europea. A un sabor inimitable se unen también propiedades nutritivas muy particulares: ¡tienen todas las virtudes!
Entre la nieve del Etna y el calor de la llanura
Todo ello gracias al clima seco con fuertes oscilaciones de temperatura y al suelo bendecido por la presencia del Etna, un volcán activo que ha hecho fértiles estas zonas: condiciones ideales para el cultivo de la jugosa fruta con su característica carne roja.
Son cítricos nacidos de los contrastes, en particular el que se da entre la nieve del Etna y el cálido sol de las llanuras. Esto es lo que crea la típica pigmentación roja de estas naranjas, ricas en antocianina, un elemento con poderosas cualidades antioxidantes. Por no hablar de las cantidades de vitamina C: ¡una auténtica bomba!
La morisca y la tarocco
Hay muchas variedades por descubrir, empezando por la naranja morisca de forma ligeramente ovalada. Pruébala en gajos pero también exprimida. Es la primera en madurar y se encuentra de diciembre a febrero.
Perfecto para los jugos es también la naranja sanguinello con pulpa roja sin semillas. Se puede encontrar hasta el mes de marzo y es muy apreciada por los deportistas.
Sin embargo, la verdadera reina es la naranja Tarocco. Tiene forma esférica, es fácil de pelar y no tiene semillas. Al principio de la temporada, su carne sigue siendo de color claro, pero a medida que la nieve desaparece y el sol cae, se vuelve cada vez más roja. Se puede encontrar hasta abril e incluso más tarde.
Elixir de larga vida
Hoy en día, las disfrutamos principalmente en la mesa o las utilizamos con fines cosméticos, pero antiguamente se creía que tenían propiedades mágicas, contra las mordeduras de serpientes venenosas o incluso como elixir de la vida.
Quizá la vida no sea más larga, pero sí más feliz: morder una rodaja de naranja roja siciliana es como saborear el sol.
Si te encuentras en la zona la última semana de febrero, tienes que pasear por Palagonia. En esta localidad de la provincia de Catania se cultivan las naranjas más codiciadas de la zona, y a finales de febrero se celebra el Festival de la Naranja roja de Sicilia.
Paseando por las calles del centro, podrás degustar todas las variedades y probar muchas especialidades de cítricos: se te hará agua la boca.
