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Ciudades culturales
Sicilia

Catania, una ciudad barroca con una energía llamativa

5 minutos

A los pies del Etna, el volcán activo más alto de Europa, y con vistas a la costa oriental de Sicilia, está Catania, uno de los centros más importantes del barroco siciliano.

Te bastará un breve paseo por las calles del centro histórico para comprender por qué la UNESCO ha decidido proteger su arquitectura declarándola Patrimonio de la Humanidad: Catania es un imponente escenario al aire libre en blanco y negro. De hecho, sus monumentos barrocos se caracterizan por sus fachadas bicolores, es decir, por la combinación de la piedra de lava y el mármol blanco.

No queremos arruinarte ninguna sorpresa, pero prepárate para hacer la compra en mercados populares ni imaginabas que siguieran existiendo, zambullirte en unas aguas cristalinas que bañan playas de arena y piedra negra volcánica, y degustar platos de una tradición culinaria que te hará renunciar a cualquier propósito dietético.

Historia y curiosidades sobre Catania

Historia y curiosidades sobre Catania

La historia de Catania comienza en el 729-728 a. C., cuando los colonos griegos de Naxos fundaron Kατάvη, Katane. Tras un periodo de dominación siracusana, la historia de la ciudad continuó bajo los romanos en el 263 a. C. A lo largo de los siglos, la ciudad sufriría el mismo destino que el resto de Sicilia entre dominaciones, destrucciones y renacimientos. Desde el 1402 y hasta el 1416, con el rey aragonés Martín I de Sicilia, Catania fue capital del reino de Sicilia.

Dos catástrofes naturales muy graves, la erupción del Etna en 1669 y el terremoto de Val di Noto de 1693, asolaron Catania en la era moderna. De la segunda renacerá revistiéndose con el estilo barroco siciliano gracias a la creatividad y al talento de Giovan Battista Vaccarini. Tras el Congreso de Viena, el reino de las Dos Sicilias nació de la unión del reino de Sicilia y del reino de Nápoles. En este período, la ciudad etnea adquirió el estatus de municipio y se convirtió en una de las siete provincias previstas por la reforma administrativa borbónica. En 1816, un año después del Congreso de Viena y después del Tratado de Casalanza, el reino de Sicilia y el de Nápoles se unieron y dieron lugar al reino de las Dos Sicilias, que poco después adquirió el estatus de municipio y, gracias a la reforma administrativa borbónica, se convirtió en una de las 7 provincias sicilianas.

Catania, que pasó a formar parte del reino de Italia en 1860, fue la octava de las 27 ciudades condecoradas con la medalla de oro como "beneméritas del Risorgimento nacional" por las acciones altamente patrióticas que llevó a cabo la ciudad en el período del Risorgimento

Qué ver en Catania: los lugares ineludibles

Qué ver en Catania: los lugares ineludibles

Con un patrimonio histórico y cultural como el de Catania, es indispensable que hagas algunos planes para no correr el riesgo de saltarte las obras maestras repartidas por el centro histórico perdiéndote, eso sí, entre plazas y callejones. En otras palabras, si te preguntas qué ver en Catania, confía en nuestra miniguía y comienza a organizar tu próximo viaje aquí.

Partimos del Etna y sus 59 000 hectáreas de parque, el bosque de pinos, las superficies de lava negra y los cráteres humeantes. Mete en la maleta algo de abrigo, incluso en agosto, y no dejes de visitar la cima del volcán.

Una vez en la ciudad, la primera parada será el castillo Ursino, fundado por Federico II de Suabia en el siglo XIII y hoy un rico museo cívico. Al pasear por las calles del centro, fíjate en los edificios en blanco y negro que dominan amplias plazas. El primero de todos es el palacio Biscari, la residencia nobiliaria más importante de Catania. Cerca se encuentra el elegante Teatro Massimo, dedicado a Vincenzo Bellini, hijo ilustre de esta ciudad.

Tómate un descanso en Villa Bellini para ver uno de los dos jardines más antiguos y uno de los cuatro parques principales de Catania.

Por último, visita la catedral de Catania, en cuya maravillosa plaza se encuentra «O Liotru», el elefante símbolo de la ciudad, y da un paseo por Via Etnea, la calle más importante, que se extiende 3 km.

¿Te queda un poco más de tiempo? Sin duda, te merecerá la pena emplearlo para visitar la Pescheria de Catania, el antiguo y bullicioso mercado matutino de pescado al que se llega subiendo unas escaleras de roca volcánica.

4 ideas sobre qué hacer en Catania

4 ideas sobre qué hacer en Catania

Elige lo que prefieras, pero la excursión al Etna es ineludible, porque no solo hay que admirar «'a Muntagna», como se le llama aquí, sino también vivirla. Puedes optar por una caminata, una visita en todoterreno o un recorrido en bicicleta de montaña por el Etna.

Concédete también un recorrido por Catania, tal vez mirando para arriba escudriñando el barroco, a veces estrambótico, de los célebres balcones de los palacios nobiliarios.

Y, si puedes, regálate un concierto o una exposición del repleto cartel del Bellini Festival, que se celebra cada año del 23 de septiembre al 3 de noviembre.

Qué comer en Catania: algunas especialidades

Qué comer en Catania: algunas especialidades

Si te preguntas qué comer en Catania, debes saber que la única dificultad que encontrarás al buscar la respuesta es lo complicado que es elegir.

  • Comienza con la «pasta alla Norma», un plato típico de la ciudad, con tomate, ricota salada, un poco de albahaca y berenjenas fritas. Original de Catania, toma el nombre de una famosa ópera lírica de Bellini.
  • Si quieres una alternativa más ligera, pero no demasiado, elige los espaguetis a la «carrettiera», condimentados con aceite, ajo crudo, pimienta y pecorino rallado.
  • De todos modos, déjate espacio para el «cannolo» siciliano, un barquillo crujiente enrollado con un cremoso relleno de crema de ricota del que hoy existen numerosas variantes. Pero los dulces típicos de Catania están dedicados a santa Águeda, su patrona. Nos referimos a las «olivette» y las «minnuzze» de santa Águeda. Si las primeras son bolitas en forma de aceituna hechas de pasta de almendras, coloreadas de verde y pasadas por azúcar refinada, las segundas son «cassate» en miniatura: bizcocho relleno de ricota y confitados y chocolate glaseados y decorados con una guinda escarchada. Su nombre evoca el martirio de la virgen de Catania a la que extirparon los senos.

Y, sobre todo, lo que se come por la calle. Aquí, la comida callejera hay que probarla, ya se trate de un «iris», típico dulce frito relleno de nata o queso ricota, o de un «arancino»: ¡atención, aquí en Catania debes pedirlo en masculino!

Los lugares insólitos de Catania

Los lugares insólitos de Catania

Incluso rodeados de tanta belleza universalmente reconocida, se pueden encontrar lugares insólitos a los que vale la pena dedicar tiempo: San Berillo, un barrio histórico de mil caras con sus edificios inacabados y destruidos por los bombardeos; el museo del Desembarco de Catania, un concentrado de la historia local ocurrida durante la Segunda Guerra Mundial, enriquecido por exposiciones multimedia; la Fera ‘O Luni, el mercado que se celebra en las callejuelas entre la Piazza Carlo Alberto y la Piazza Stesicoro. Está abierto de lunes a viernes, aunque el nombre hace referencia a su antiguo y único día de apertura: el lunes.

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