En el Museo de Ciencia y Tecnología con Leonardo
La ciencia, la tecnología y el arte se reúnen en un lugar especial de Milán: el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci. Aquí se dedican al genio muchas salas y un atractivo taller interactivo. El sabio os demostrará su inigualable método de trabajo en la contrucción de máquinas y maquetas.
Homenaje de Milán al genio del Renacimiento
La visita al Museo Nacional de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci es la forma más completa y entretenida de conocer a Leonardo, ingeniero y científico, y también extraordinario artista y hombre de letras. Sin ninguna duda, un humanista. Él pasó parte de su vida en Milán, creando auténticas obras maestras, y la ciudad le ha dedicado un museo. Es la mayor exposición permanente que permite explorar el mundo de Leonardo en todos sus aspectos, desde su faceta científica hasta la artística, con extensión de unos 1300 metros cuadrados y unos 200 modelos históricos, obras de arte y volúmenes antiguos. Y por último, pero no de menos importancia, con unas instalaciones espectaculares.
Del submarino mecánico a la máquina voladora
El Museo Nacional de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci se ubica dentro de las instalaciones de un monasterio olivetano del siglo XVI, cerca de la iglesia de San Vittore de Milán, y consta de varios edificios, algunos históricos y otros edificados en la década de 1950.
Una vez dentro del complejo monumental, primero debes dirigirte a las Galerías Da Vinci, para aquí comenzar tu viaje desde la Florencia del siglo XV hasta la Milán dominada por los Sforza, sumergiéndote en un escenario evocador. Despiertan una enorme emoción las réplicas a escala gigante de los inventos de Leonardo: el Submarino Mecánico, la Máquina del Tiempo, la Libélula Mecánica y la Máquina Voladora. No hay tema que no tocara el genio, desde el arte de la guerra hasta el vuelo, de las vías navegables a la arquitectura, y del estudio de la naturaleza en todas sus facetas a la filosofía. A continuación, volviendo a las obras maestras del sublime artista Leonardo, podrás observar digitalmente como se realizó la restauración de la Última Cena. En otra sala podrás visitar una exposición inmersiva con los dibujos de los últimos años como protagonistas: entras en ellos y los tocas, fundiéndote en un abrazo envolvente.
Así es, ahora Leonardo eres tú
Leonardo es una figura que nos inspira con su método de investigación integral y su capacidad única para combinar enfoques científicos y humanistas. Es un ejemplo para las nuevas generaciones, un pensamiento que nos retrotrae al Renacimiento. Su deseo de inventar, innovar, explorar y observar con una atención profunda es más relevante que nunca. Para todos, incluidos los niños y los jóvenes, recomendamos los diversos talleres interactivos que se le dedican en la segunda planta del complejo museístico. Aquí te invitamos a asociar engranajes para crear tus propios mecanismos, empezando por los modelos de vuelo y construcción diseñados por Leonardo. Construye arcos y escribe con pluma de ave, como lo hacía él, efectuándolo, además, al revés, de derecha a izquierda, ahí entenderás por qué. En el taller, tú mismo vas a realizar un fresco, provisto de carboncillo y un bolígrafo 3D.
De la Última Cena a la viña de Leonardo: tras las huellas del genio en Milán
Toma nota: en la planta 0 se ha establecido una zona de picnic. Puedes llevarte tu propia comida y comer allí. Te vendrá bien hacer un descanso antes de reanudar la visita y seguir el itinerario de Vinci fuera del museo.
¿Preparado? Además de la ruta de Leonardo, el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci alberga otros muchos tesoros. No te pierdas la inmensa biblioteca con 40 000 volúmenes; la maqueta del primer lanzador Vega (VV01), desarrollado por la Agencia Espacial Europea y utilizado para poner satélites en órbita; la simulación de un vuelo a otro planeta: verás el único fragmento de la Luna expuesto en un museo italiano. Y subirás a bordo del submarino S-506 Enrico Toti.
Sigue el itinerario de Leonardo fuera del museo. Leonardo llegó a Milán desde Florencia en 1482, con 30 años. En primer lugar, de entre sus obras en la ciudad, visita el refectorio de la iglesia de Santa Maria delle Grazie, con la obra más famosa de Leonardo: La última cena. En un jardín secreto de un palacio, la Casa degli Atellani, frente a la plaza donde se encuentra la iglesia, entra y curiosea: aquí encontrarás el viñedo de malvasía de Leonardo, cultivado en su día por él mismo y que ahora vuelve a florecer. Pasa a la Sala delle Asse del Castello Sforzesco, que él decoró para la boda de Gian Galeazzo Sforza e Isabel de Aragón. La Biblioteca Ambrosiana conserva su Códice Atlántico, la Pinacoteca su Retrato de músico.