Milán y el Cuadrilátero de la moda
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Milán es sin duda la capital de la moda italiana e internacional, sede de las decisiones sobre el prêt-à-porter, la ciudad acoge, en el llamado “Cuadrilátero de oro de la moda”, joyerías, boutiques de diseño y decoración y talleres de las más importantes firmas de moda.
Llamado así porque se presenta delimitado por cuatro calles – Vía Monte Napoleone, Vía Alessandro Manzoni, Vía della Spiga y Corso Venecia- el “Cuadrilátero de la moda” se considera el barrio por excelencia donde encontrar las extraordinarias creaciones de los mejores diseñadores italianos y extranjeros.
Los amantes de las compras vienen de todo el mundo
Los turistas pueden pasear por el Cuadrilátero y respirar la mágica atmósfera de Milán, entre las luces de las tiendas, la elegancia de los talleres, los escaparates de mil colores, el encanto de las perfumerías, sin cansarse nunca porque Milán es también esto: pocos kilómetros en los que se encuentran las mejores marcas del mundo: Armani, Versace, Alberta Ferretti, Dolce e Gabbana, Prada, Fendi, Louise Vuitton, Channel, Bottega Veneta, Gucci, BUlgari, Cartier, Valentino o Gianfranco Ferré.
El corazón del barrio es Vía Monte Napoleone, considerada una de las calles más caras y prestigiosas del mundo, comparable a la Quinta Avenida de Nueva York y a la Avenida de los Campos Elíseos de París. El nombre de la vía se remonta al 1804, durante la dominación napoleónica. En aquella época ya Milán estaba llena de extranjeros que llegaban a la ciudad por negocios o por placer, pero será en los años cincuenta cuando la calle se impondrá como una de las más importantes del mundo para ir de compras.
También viale Manzoni, que antes de estar dedicada a Alessandro Manzoni (en 1874, tras su muerte) se llamaba Corsia del Giardino, a principios del siglo XIX era ya considerada la más elegante de la capital lombarda.
Todo el barrio del Cuadrilátero de la Moda está formado por elegantes calles, como vía Borgospesso, vía Santo Spirito, vía Gesú, vía Sant’Andrea o vía Bagutta, además es una zona ferviente de actividad cultural. Entre las maravillosas boutiques surgen prestigiosas sedes históricas e importantes palacios como las Casas-museo Poldi Pezzoli y Bagatti Valsecchi, el Palacio Morando, sede del nuevo museo del vestido y de la moda, el Grand Hotel et de Milan, en el que se han alojado importantes personajes como Giuseppe Verdi, la iglesia de San Francisco de Paula, el Palacio del siglo XVIII Gallarati Scotti o el Palacio Borromeo d’Adda.
Tiendas de moda, almacenes, talleres de joyería y anticuarios, antiguos palacios, museos, cafés de moda, cines y librerías hacen del Cuadrilátero de la moda un estupendo destino.
A pocos pasos del Cuadrilátero de la moda, surge Corso Vittorio Emanuele, una amplia calle, en la actualidad peatonal, que une Plaza del Duomo con Plaza San Babila. Con sus pórticos llenos de tiendas de ropa y accesorios, Corso Vittorio, junto con la Galería Vittorio Emanuele también son considerados uno de los lugares de culto del shopping milanés.
Corso Vittorio Emanuele, además, se anima mucho por la noche gracias a la presencia de numerosos cines y bares que cierran bastante tarde.