En bicicleta por Lombardía: 10 itinerarios en familia

Nuestro itinerario comienza en Desenzano, para utilizar el carril bici del Mincio, conocido como Peschiera-Mantua. Explícales a tus hijos que este recorrido es un poco especial: de hecho, estás recorriendo uno de los primeros carriles bici realizados en Italia. Impulsado por la magia de estos lugares, puedes pedalear 43,5 km a lo largo del Mincio, ligeramente cuesta abajo. Por supuesto, si no quieres enfrentarte a la subida de regreso, ¡siempre puedes tomar un tren desde Mantua!

El río nos acompaña a lo largo del viaje, y un paisaje único y variado, rural, boscoso y húmedo a ratos, con turberas y manantiales, se abre ante nuestros ojos. Guiados por el lento fluir de la corriente llegamos a Mantua y, entre los lagos de Mezzo, Inferiore y Superiore, el agua parece querer saludarnos con un último abrazo. 

Esta ruta nos lleva a descubrir una de las vías fluviales más concurridas de los alrededores de Milán. Creado para transportar, desde el lago Mayor, trigo, madera y mármol para la realización de la catedral, el Naviglio Grande tiene una historia realmente larga e interesante que contar.

Para los ciclistas, grandes y pequeños, el punto de encuentro más común es la pequeña iglesia de San Cristoforo, en la Alzaia Naviglio Grande, en Milán. Salimos en dirección al parque natural del Valle del Tesino y, bordeando el Naviglio Grande, nos adentramos en un territorio cada vez más tranquilo: las callejuelas se vuelven poco a poco más silenciosas, con poco tráfico, después de Trezzano, a unos 12 km de la dársena, girando hacia Cusago y Cisliano. Volvemos al carril bici del Naviglio, cerca del embarcadero del siglo XVIII del pequeño y antiguo pueblo de Robecco. Ya hemos recorrido 30 km y podemos decidir si llegamos a Abbiategrasso, atravesando el pueblo de crecimiento cero de Cassinetta di Lugagnano, y volver en tren con las bicicletas a buen recaudo.

Si decimos Franciacorta, nuestro pensamiento se dirige inmediatamente a las «burbujas». De hecho, en esta cuenca morrénica, un tal Dr. Conforti, en el siglo XVI, intuyó que se podían hacer vinos «mordaces». 

Pedalear por este territorio significa recorrer carreteras onduladas, entre terrazas inclinadas, iglesias, viñedos y monasterios. El carril bici que va de Paratico a Brescia es sin duda la ruta más adecuada para un viaje en familia. Totalmente asfaltado y en parte protegido, el carril llega a Clusane sul Lago, para luego adentrarse en la reserva natural Torbiere del Sebino. Un itinerario extraordinario  que recorre bosques y masas de agua, atravesando 2 km de caminos de tierra y pasarelas de madera. Un lugar encantado que parece salido de la paleta de un pintor: una estupenda zona húmeda dominada por el inconfundible perfil del monasterio cluniacense de San Pietro in Lamosa.

Aunque pueda parecer extraño, pedalear por la montaña con niños, incluso sin bicicletas eléctricas, ¡es posible! Las zonas de parada con servicios y los puntos de alquiler hacen que el sendero Valtellina resulte adecuado para todos: se puede recorrer cuesta abajo y en los tramos centrales es bastante llano. La ruta ciclista y peatonal, que en su totalidad sigue el curso del Adda, desde Bormio, a 1225 metros de altitud, hasta Villa di Chiavenna, a 633 metros, atraviesa Tirano, Sondrio, Morbegno, Colico y Chiavenna, en un paisaje dibujado por viñedos en terrazas. Los dos tramos, 114 km en la parte de Valtellina y 42 en la de Val Chiavenna, se encuentran cerca de la reserva natural de Llanura de España-Lago de Mezzola, lugar de parada de aves migratorias al norte del lago de Como. La ruta está, en gran parte, flanqueada por el ferrocarril, lo que da la posibilidad de realizar una parte del sendero y volver en tren, después de una breve parada para degustar el «bitto», uno de los típicos quesos locales. 

Realidad o rumor, en Pavía se cuenta que en el verano de 1895, un entonces desconocido Albert Einstein, estudiante de visita a su familia, pedaleó por estos senderos, por lo que es fascinante pensar que las aguas del Tesino podrían haber acompañado los inquietos pensamientos del gran genio. Lo que sí es cierto es que el castillo Visconteo, sede de los museos municipales de Pavía, alberga el piano del gran científico. 

Nuestro itinerario  comienza desde el puente Cubierto de Pavía en dirección a Abbiategrasso (40 km en llano) y continúa, bordeando hoces y gargantas, hasta el sugerente puente Delle Barche de Bereguardo, que saludará nuestro paso con un crujido bajo nuestras ruedas. La ruta continúa y, después de un modesto desnivel, llega a Bereguardo, donde después de tomar  el carril bici del «naviglio» de Bereguardo, durante 20 km estaremos rodeados por un paisaje único caracterizado por diques, esclusas y pequeños puentes de piedra. Antes de llegar, merece la pena visitar la abadía de Morimondo, que data de 1136.

Único en su género y diferente de los carriles bici clásicos, el recorrido del carril bici de Valle Imagna es muy característico, ya que sigue el trazado de un antiguo canal que alimentaba la central hidroeléctrica de Clanezzo. El carril, totalmente plano y fácil de recorrer, sale de Clanezzo, a 16 km de Bérgamo, para llegar a Strozza a través de un tramo de solo 4 km. Inmersos en un panorama único, entre manantiales de agua y bosques sombríos, podrás realizar este trayecto, en su mayor parte de tierra, con total seguridad dada la presencia de barandillas. 

El carril bici, que bordea el arroyo Imagna y el monte Ubione, lleva el nombre del ingeniero que, a finales del siglo XIX, diseñó el homónimo puente del Chitò,  una imponente construcción hidráulica con seis arcos de piedra. 

El recorrido de este estupendo carril bici, llano y sin dificultades, es accesible para todos. Inmerso en la campiña lombarda, a pocos kilómetros de Milán, es posible recorrer 85 km de carreteras de asfalto, tierra o grava, siguiendo el curso del canal Villoresi, el segundo canal más largo de Italia, construido a finales del siglo XIX. 

A pesar de su facilidad, recomendamos abordar la ruta en varias etapas para disfrutar mejor de la belleza natural, artística y enogastronómica de la zona. No te pierdas el parque de la Boscherona y el parque de la Villa Real de Monza, de gran valor histórico, natural y artístico, así como uno de los parques amurallados más grandes de Europa. Al cambiar de dirección, antes de llegar a Cassano d'Adda, puedes  visitar el centro de Monza para visitar la catedral, el Arengario y los museos municipales.

¿Por qué no disfrutar con tu familia de unos momentos de ocio a lo largo de este romántico carril bici entre las tranquilas orillas del lago y los verdes prados? La ruta, casi toda plana, serpentea a lo largo del perímetro del lago y resulta  adecuada también para los niños. 

Si se sale de Buguggiate,  es posible llegar en pocos minutos al santuario de la Madonna del Lago (Azzate), e inmediatamente después a Bodio Lomnago, con su característico pequeño puerto, que ofrece una fantástica vista del monte Rosa y Campo dei Fiori.

Tras un pequeño desvío, llegamos a Cazzago Brabbia, para visitar los antiguos «neveros», en los que antiguamente se almacenaba el hielo para luego utilizarlo en verano y así mantener fresco el pescado capturado. Al llegar a Biandronno, reservamos algo de tiempo para una rápida excursión a la isla Virginia y su museo arqueológico antes de partir de nuevo hacia el animado lago Gavirate y llegar al pequeño pueblo de Calcinate del Pesce. Un poco más de esfuerzo y llegarás al Lido della Schiranna, donde podrás reponer fuerzas en uno de los muchos bares y emprender de nuevo el camino hacia Buguggiate (punto de partida).

Este itinerario, que serpentea durante 38 km  por la campiña de Cremona, atraviesa territorios caracterizados por la presencia de importantes fortificaciones, lo que nos transporta al pasado y a las antiguas «Città Murate» (ciudades amuralladas).

Partiendo de Pizzighettone, llegamos a Soncino, ambos protegidos por murallas, y a lo largo de la ruta, que es una mezcla de asfalto y camino de tierra, nos guiamos por las «señales marrones» que marcan el camino.

Tras atravesar algunas aldeas, bordeamos el río Serio Morto durante unos siete kilómetros, para llegar a San Bassiano, donde nuestro itinerario, que se superpone a un tramo de la Antica Strada Regina, nos lleva hasta Santa Maria dei Sabbioni. 

Después de llegar a Soresina, continuamos hacia el santuario de Ariadello e delle Tombe Morte y, finalmente,  a la antigua y bien conservada ciudad de Soncino.

La ruta recorre los evocadores parajes de los parques Valle del Serio Morto y Valle dei Navigli y ofrece  vistas únicas de los ríos Adda y Oglio, las pendientes naturales de los dos valles fluviales y el nudo hidrográfico de Tombe Morte.

Esta ruta circular comienza y termina en el Punto Parco Casa dell'Acqua de Paullo, entre las orillas del misterioso lago Gerundo y las acequias de la zona de Lodi. El trayecto, que se recorre muy fácilmente y resulta adecuado para los paseos en familia, en sus aproximadamente 25 km de asfalto ofrece la oportunidad de sumergirse en el paisaje rural que caracteriza al parque agrícola Sud Milano y al parque Adda Sud. 

Saliendo de Paullo se llega, a través del carril bici que va desde Zelo hacia Lodi, a Zelo Buon Persico. Tómate tu tiempo para admirar el antiguo pozo de nieve del siglo XIX y dar a conocer a los más pequeños cómo el ingenio humano ha sabido encontrar soluciones únicas a los problemas de la vida cotidiana.

Merece la pena visitar también el Parco Ittico Paradiso, antes de dirigirnos hacia el antiguo pueblo campesino de Casolate y continuar nuestro viaje a través de la zona verde donde se encuentra el Punto del Parco Adda Sud, para llegar al pueblo de Galgagnano. A través de un bonito puente ciclista y peatonal, pasamos el canal de la Muzza y entramos en los pueblos de Mulazzano y Lanzano. Visitamos el pueblo con su bellísima iglesia medieval de San Barbaziano, para llegar a la confluencia con Tribiano. Desde aquí, tras unos cientos de metros, llegamos a la Casa dell'Acqua de Paullo, desde la que partimos, donde podremos disfrutar de los recuerdos de lo que hemos admirado a lo largo de nuestro itinerario.