Chiavenna

Bandera naranja del Touring Club Italiano

«Llave de los Alpes»: esto es lo que significa el nombre de este pueblo (333 m, unos 7300 hab.) situado a lo largo del curso del Mera en la confluencia del valle de Bregaglia con el valle de San Giacomo. El punto de reunión de Chiavenna está en la Via Dolzino y desde aquí, dando un agradable paseo, se pueden admirar los palacios señoriales, las fuentes de esteatita, las iglesias antiguas, como la colegiata de San Lorenzo, y también las viejas casas con arcadas con vistas al río, testimonio de la relevancia de su historia y de las riquezas mercantiles. También es interesante el molino de Bottonera, un raro ejemplo de arqueología industrial. En la orilla oriental del pueblo, sobre una peña, se encuentra el parque del Paradiso (Paraíso), un jardín arqueológico y botánico. En sus alrededores, un sendero conduce al parque de las Marmitte dei Giganti (Marmitas de los Gigantes, área de protección regional), con formaciones de origen glaciar excavadas en la roca. La localidad, particularmente atenta a los temas del turismo, de la movilidad lenta y de la sostenibilidad medioambiental, está atravesada por el carril bici de Valchiavenna, que se ha alzado con el tercer puesto del podio del Italian Green Road Award 2022, el óscar italiano del cicloturismo que premia a las «vías verdes» de las regiones italianas. Chiavenna también es famosa por sus característicos «crotti», cavidades naturales con una temperatura constante utilizadas como bodegas para la maduración de vinos y productos locales, a menudo transformadas en posadas rústicas, y celebradas cada año con ocasión de la Sagra dei Crotti (principios de septiembre). Durante esta fiesta popular, y también con ocasión de muchos otros eventos y, en general, en los diferentes puntos de venta del territorio, se pueden degustar platos típicos, como los «pizzoccheri» de Chiavenna y la tarta «fioretto», y comprar algunos productos típicos como la bresaola y los " violini" de cabra, y los quesos «bitto» y «casera».