Bormio y sus termas
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Para todos aquellos que buscan unas vacaciones en contacto con la naturaleza, dedicadas al bienestar y al relax, sin perder por ello la posibilidad de practicar deportes al aire libre, Bormio es el destino perfecto.
¿Quién no quiere permanecer durante horas relajado en las aguas calientes y ricas en propiedades curativas, admirando un paisaje bellísimo como es el de las montañas de Lombardía? En Bormio todo esto es posible.
En medio de los campos de la Valtellina y atravesada por el río Adda y por el torrente Frodolfo, Bormio es una maravillosa localidad. Su magnífica posición, bajo el paso del Stelvio y las cimas del Ortles y del Cevedale, ha hecho de ella una conocida localidad de esquí así como un famoso centro termal.
Las aguas termales de Bormio están consideradas como un auténtico milagro natural, se trata, de hecho, de aguas que alcanzan una temperatura entre los 37 y los 41 grados y que brotan en un lugar casi perennemente cubierto de nieve: el imponente macizo dolomítico del grupo del Ortles.
Los manantiales termales son nueve: Pliniana, San Martino, Arciduchessa, Cassiodora, Zampillo dei Bambini, Ostrogoti, Nibelungi, San Carlo y Cinglaccia.
Estas fuentes termales se dirigen a tres estructuras: las termas de Bormio, que se encuentran en el municipio de Bormio, el complejo de los Bagni Vecchi y el Gran Hotel Bagni Nuovi, que surgen en el cercano municipio de Valdidentro.
Ya conocidas en época romana, las termas de Bormio, son citadas por Plinio, cuando en su “Historia Natural” hace referencia a las aguas calientes de la localidad alpina.
Aún más importante es la carta del escritor Aurelio Casiodoro secretario del rey ostrogodo Teodorico, que invita a un noble de la época a dirigirse a las aguas del Bormio por sus importantes virtudes terapéuticas. Se trata del siglo VI d.C., han pasado más de 1500 años, sin embargo estas portentosas aguas mantienen intactas sus propiedades curativas y los turistas adoran estos lugares, dirigiéndose cada año aquí para transcurrir sus vacaciones. Las termas de Bormio son especialmente relajantes, desintoxicantes y anti estrés. Sus aguas son curativas y aptas para el tratamiento de enfermedades alérgicas y otras numerosas patologías. Son muchos los centros y estructuras en los que no hay tratamiento de salud y estético que no sea practicado, desde los más tradicionales hasta los orientales y las tecnologías más modernas y vanguardistas.
No sólo se puede disfrutar de paseos al aire libre, a pie o en bici por los senderos del Parque del Stelvio, sino que también son muchos los lugares que hay que visitar, comenzando por la misma Bormio, con su característico casco histórico. No hay que perderse las excursiones a lagunas de las localidades cercanas como Livigno, Santa Caterina Valfulva y Paso del Tonale, maravillosos lugares famosos entre los amantes del esquí.
Entre los distintos recorridos que se pueden efectuar, destacan, especialmente para los aficionados a la bici de montaña, el de Valdidentro, que recorre los lagos artificiales de Cancano y San Giacomo para llegar al nacimiento del río Adda. Los lagos, a los que se llega a través de una carretera panorámica, pasando por las bellas Torres de Fraele, son de un color extraordinario dentro de un paisaje maravillosos.
Bormio destaca también por sus campos de golf: es emocionante jugar en un campo de 9 hoyos a 1250 metros de altitud.
Entre las tradiciones características destaca en la Semana Santa, los llamados Pasquali.
Bormio, con sus termas y sus numerosos lugares de interés, en medio de la naturaleza extraordinaria de la Valtellina, es un lugar perfecto en el que regenerar cuerpo y espíritu.