El Parque del Stelvio
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El Parque Nacional del Stelvio se creó en 1935 y sus 134.620 hectáreas en el corazón de los Alpes Centrales, que incluyen toda la cordillera Ortler-Cevedale, lo convierten en el mayor parque italiano. Abarca las cuatro provincias de Trento, Bolzano, Brescia y Sondrio y ofrece un paisaje único de glaciares, cascadas, lagos y cursos de agua glaciares, extensos bosques, zonas cultivadas, granjas de montaña habitadas todo el año, pueblos alpinos y aldeas singulares.
El paisaje
El paisaje del parque nacional se distingue por la presencia de territorios alpinos intactos y de zonas cultivadas desde hace siglos. De hecho aquí nos encontramos con bosques exuberantes, verdes prados de montaña, actividades de trasumancia alpina y, en los valles, se conservan los restos de estructuras rurales, así como de factorías, aserraderos y molinos.
Gracias a la variedad morfológica del territorio existen amplios ecosistemas ricos en fauna y flora.
La flora
Los amantes de la naturaleza encontrarán en el terriotrio del parque innumerables especies botánicas, algunas de ellas muy raras, como el ranunculus glacialis, que crece a más de 3500 metros de altitud, o la soldanella pusilla. Cada zona aparece cubierta de una flora variada y variopinta.
La fauna
En todos los sectores del Parque viven numerosos ejemplares pertenecientes a la fauna alpina. En los densos bosques se encuentran manadas de ciervos, cervatillos y, a medida que vamos subiendo en altitud, rupicapras y, en los valles, íbices. Abundan además los zorros, las marmotas, los armiños y las ardillas. Son muchas las especies de aves que aquí se encuentran, como el cuervo, el pájaro carpintero, el urogallo, el búho y el águila real.
Visitas guiadas
Los llamados “guías del parque” acompañan a los visitantes en cualquier período del año, incluso en invierno, siendo posible reservar una habitación para dormir dentro de las estructuras del parque.
Además de los recorridos naturalísticos, de los senderos botánicos y de las zonas de fauna se pueden seguir itinerarios culturales y ambientales, que incluyen visitas a antiguos edificios, museos y fuertes.