Dejad que Trentino os asombre con su inmenso patrimonio artístico y el esplendor de los Dolomitas

Habitado ya en el siglo II a. C. por el pueblo raeti, una pequeña comunidad de pastores y agricultores, el territorio de Trentino estuvo vinculado al obispado de Trento durante casi 8 siglos.
Se sucedieron decenas de príncipes obispos, pero fue Bernardo Clesio en particular el que emprendió una reestructuración de la ciudad y del principado.

Aquí, de 1545 a 1563, se decidió la reestructuración de la Iglesia católica en las 3 sesiones del concilio de Trento.
Tras pasar bajo el control de Austria, Trentino volvió a Italia con el fin de la Primera Guerra Mundial y el tratado de Versalles del 28 de junio de 1919.

Hoy en día es una de las regiones más populares para los amantes de la montaña, con su ritmo lento, el deporte y las vistas únicas que solo pueden ofrecer los puertos de montaña, como el Passo Rolle en los Dolomitas.

El centro neurálgico de Trentino es la ciudad de Trento, enclavada en el valle del río Adigio y dominada por el castillo del Buonconsiglio, residencia histórica de los príncipes obispos. Visita también el MUSE, el museo de la ciencia con juegos interactivos y entornos inmersivos en un edificio diseñado por Renzo Piano.

Rovereto, a un paso del lago de Garda, es un importante centro industrial, turístico y cultural de la región desde el siglo XVIII.
Hacia el norte, puedes perderte entre los viñedos de la llanura Rotaliana, con Mezzocorona que está considerado "el jardín de viñedos más bello de Europa".
El Val di Non está a la vuelta de la esquina con la ciudad de Cles, que se encuentra a 650 metros sobre el nivel del mar en la orilla occidental del lago de Santa Giustina.

Al llegar a Marmolada, el grupo montañoso más alto de los Dolomitas, te encontrarás Moena, uno de los municipios de la magnifica comunidad de Fiemme, y el famoso Canazei, que forma parte del área de esquí Dolomiti Superski.

Elegir qué ver en Trentino es fácil: cada rincón te sorprenderá, empezando por los numerosos valles de los Dolomitas.
El Val di Fassa y el Val di Fiemme, a los pies de la cordillera, te recibirán durante todo el año con instalaciones de última generación y pintorescos ciclovías. En estos valles podrás recorrer los puertos más impresionantes de los Dolomitas, desde el Passo Sella hasta el Passo Pordoi.

El Val di Tires ofrece una vista única del majestuoso Catinaccio, con sus 3000 metros de altura. El Val di Sole, a lo largo del río Noce, es el destino ideal para quienes buscáis unas vacaciones de esquí y diversión. Más al sur se encuentra la sierra de Latemar, con su forma circular y el popular centro de esquí, con pistas aptas para grandes y pequeños.

Trentino también alberga muchos lagos pintorescos. A poca distancia de Riva del Garda, con uno de los parajes más mágicos del homónimo lago, te espera el pequeño lago de Ledro, con numerosos pueblos de ensueño y miles de pilotes que se remontan a la edad de Bronce. Más al norte, tienes que descubrir el lago de Molveno, un oasis natural lejos de la ciudad.

Y si estás cerca de Trento, el cercano monte Bondone te proporcionará muchas oportunidades para pasar tiempo al aire libre con seguridad y tranquilidad.

Si viajas con niños detente en el bosque dei Draghi, un sencillo paseo de montaña a 1650 metros de altitud en Gardonè, con obras de arte terrestre y espectáculos itinerantes a lo largo del recorrido. Sin embargo, para seguir las huellas de los dinosaurios, existe el sendero Marocche di Dro, que serpentea por un paisaje lunar hasta el lago Cavedine.

La llanura Rotaliana es una de las zonas vitivinícolas más reconocidas de Trentino. Descubre el alma sabrosa de esta tierra a lo largo de la ruta del vino y de los sabores para después sumergirte en el Orrido di Ponte Alto, un profundo cañón esculpido por las aguas del torrente Fersina con dos cascadas iridiscentes de más de 40 metros de altura.

En el paisaje de colinas de Garda Trentino, déjate encantar por Canale di Tenno, un pequeño pueblo de montaña que data del siglo XIII. ¡Caminar entre las estrechas calles y callejones será como entrar en un libro de cuentos!

Trentino sabe cómo conquistarte con sus productos típicos ligados a tradiciones centenarias.
Pide una tabla de embutidos para descubrir exquisiteces como la carne salada y el ciuiga del banale, acompañados con quesos como el Puzzone di Moena y el Trentingrana, también conocido como el Grana de Trentino.

Las canederli, albóndigas de pan caldosas, son un primer plato perfecto para entrar en calor después de un día en la montaña, acompañadas con una copa de Teroldego, el rey de los vinos locales.
Para celebrarlo, puedes descorchar una botella de Metodo Classico Trentodoc, un vino espumoso producido desde mediados del siglo XIX.

Y si buscas algo delicioso y saludable, las manzanas del Val di Non te resultarán exquisitas, al igual que la rara y preciada achicoria del oso, procedente de los pastos de montaña situados entre los 1900 y los 2300 metros.

Los mercados navideños de Trento son la oportunidad perfecta para descubrir Trentino durante el periodo navideño. Cada año, desde finales de noviembre hasta el 9 de enero, Trento se convierte en la ciudad de la Navidad con más de 60 casitas de madera en las que la artesanía local y las especialidades gastronómicas típicas son las protagonistas absolutas bajo el gran árbol de Navidad de la plaza del Duomo y las espléndidas iluminaciones que lo ambientan todo.

Ni siquiera dos meses después, Madonna di Campiglio te da la bienvenida con el tradicional Carnaval de los Habsburgo para revivir el ambiente de los esplendores de la corte con la princesa Sissi y el emperador Francisco José.
Uno de los acontecimientos más esperados del año es el de las fiestas Vigiliane, una serie de festejos que ofrecen momentos de diversión y ocio en las calles y plazas del centro de Trento en la última semana de junio, con motivo del patrón Vigilio.