La Via Francigena lombarda, un equilibrio tra storia e paesaggio
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De los parques naturales a las ciudades de arte, de las torres históricas a los arrozales, de los complejos religiosos a los caseríos, la Vía Francígena lombarda cambia de piel a cada paso, sorprendiéndote una y otra vez: 5 caminos significativos para descubrir la variedad de paisajes y arquitectura.
La Torre almenada de Palestro
Conocida también como la Torre de los Visconti, la familia noble que gobernó el pueblo en la antigüedad, la poderosa Torre Almenada del siglo XII es todo lo que queda del castillo medieval propiedad de la familia Borromeo, señores feudales locales. Construida en ladrillo rojo, de planta cuadrada y con una regia corona almenada, se alza al borde de una terraza natural sobre el río Sesia y embellece la localidad de Palestro, en el corazón de la comarca de Lomellina, en la zona de Pavía.
Los arrozales y el Parque del Ticino
La tranquila y relajante campiña pavesa, salpicada de canales, matorrales arbolados y caseríos, ofrece el espectáculo de los tradicionales arrozales lombardos, concentrados sobre todo en la comarca de Lomellina, en la zona de Pavía. Aquí también se extienden los amplios espacios del Parque del Valle del Ticino, un área natural protegida situada a orillas del río, donde abundan los oasis naturales, pero también antiguas torres, castillos y edificios sagrados.
Pavia
A orillas del río Ticino, esta hermosa ciudad con un importante pasado histórico presume de un enorme patrimonio artístico y arquitectónico que merece la pena descubrir. Entre los muchos puntos de interés no hay que perderse el Ponte Coperto (Puente Cubierto), que conecta el casco histórico con el barrio de Borgo Ticino, originalmente situado fuera de las murallas de la ciudad, y el Broletto con su sugestivo patio interior porticado, corazón de la antigua y vibrante vida institucional.
La “Grangia” Benedictina de Orio Litta
En el pequeño municipio de Lodi, este antiguo asentamiento agrícola benedictino, anterior al año 1000, destaca entre los terraplenes de los arrozales. Lo que mayormente fascina es la torre panorámica que domina las orillas del río Lambro, donde aún hoy pueden encontrar cobijo los nuevos peregrinos de la Vía Francígena. La magnífica Villa Litta Carini, suntuosa residencia aristocrática de estilo barroco tardío en el centro de la ciudad merece una visita.
La Corte Sant’Andrea en el cruce del río Po
El dique principal del río Po rodea este complejo rural en la zona de Basso Lodigiano, una importante encrucijada de caminos medievales situada en el antiguo vado de los peregrinos que viajaban desde Lombardía a través de la Vía Francígena, cruzando el río para entrar en Emilia-Romaña, por lo que también se llama el Vado de Sigerico. Hoy en día, ese transbordador de tablones de madera ha sido renovado y puesto de nuevo en funcionamiento, como recuerdo de su importante papel en la historia de la región.