Resumen
Existe el riesgo de que te pase desapercibida la iglesia del Santissimo Sudario dei Piemontesi, con su fachada «minimalista» asomada a Via del Sudario. La fachada es particularmente sobria y la calle, estrecha, se usa mucho menos que el paralelo Corso Vittorio Emanuele II para moverse entre Largo Argentina y Piazza Vidoni. Sin embargo, merece una parada, por sus interiores barrocos y porque da testimonio de la antigua vocación cosmopolita del barrio de Sant'Eustachio, donde se encontraban muchas de las «iglesias nacionales» fundadas por las comunidades extranjeras residentes en Roma. La del Santissimo Sudario fue construida por el arquitecto turinés Carlo Castellamonte para la Archicofradía de los Saboyanos y los Piamonteses, fue consagrada en 1606 y ampliada en 1660-90 por Carlo Rainaldi, a quien se debe también la fachada. En el siglo XIX, dado que los Saboya poseían la corona de Cerdeña, recibió además el título de iglesia nacional sarda, mientras que tras la Unificación de Italia, cuando el interdicto de Pío IX impidió que la Casa Real usara las capillas del antiguo palacio apostólico del Quirinal, se convirtió en una especie de capilla de la corte, sede de los ritos sagrados de la familia Saboya. Desde 1984, la iglesia del Santissimo Sudario está confiada al Ordinariato Militar de Italia.
Desde sus orígenes, la iglesia lleva el nombre de la más preciosa de las reliquias que pertenecieron a los duques de Saboya: la Sagrada Síndone, que se considera que es el sudario que envolvió el cuerpo de Cristo muerto. Así se explica la particular obra de arte que destaca sobre el altar mayor, una gloria de los ángeles con el Padre Eterno, realizada en estuco por Pietro Mentinovese alrededor de 1688. El grupo escultórico incluye una reproducción a tamaño original de la Sábana Santa, obra de la venerable María F. Apolonia de Saboya, devotísima hija del duque Carlos Manuel I que se hizo terciaria franciscana.
Via del Sudario, 00186 Roma RM, Italia
