Las catacumbas de Roma
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Índice
Un lugar mágico que nos habla de costumbres, usos y tradiciones de la antigua Roma.
En el entorno de Roma hay más de 60 catacumbas y miles de tumbas. Existían además seis catacumbas judías: cuatro de ellas han desaparecido y las otras dos están cerradas.
Las catacumbas romanas se construyeron a lo largo de las calzadas romanas (vie consolari), como la vía Appia, la vía Ostiense, la vía Labicana, la vía Tiburtina y la vía Nomentana.
Sólo cinco de esas catacumbas romanas están hoy en día abiertas al público: San Calixto, San Sebastián y Santa Doimitila en la zona de Appia Antigua y las de Priscila y Santa Inés en la zona Nomentano-Salario.
Historia
La ley de la antigua Roma prohibía, por motivos sanitarios, enterrar a los muertos dentro de la ciudad.
Las calzadas romanas estaban flanqueadas por espléndidos sepulcros de las familias patricias, que generalmente eran incineradas y conservadas, sus cenizas, en urnas.
Los primeros cristianos, en cambio, considerando que debían estar preparados para la resurrección, eran enterrados sin cremación en grutas subterráneas excavadas en la piedra. Los muertos se depositaban en el interior de lóculos después de haber sido envueltos cuidadosamente en dos capas de tela empapada en lejía para evitar el riesgo de contagio a los vivos.
Estudios
Las opiniones de los estudiosos respecto a las catacumbas son divergentes.
Según algunos las catacumbas eran refugios en los que ocultarse durante las persecuciones, mientras para otros eran lugares donde reunirse para honrar a los muertos- especialmente los mártires y los papas- generalmente con banquetes.
En la actualidad el cuidado de las catacumbas cristianas corre a cargo de Pontífica Comisión de Arqueología Sacra, que dirige tanto las excavaciones como las restauraciones.
Etimologia
La palabra "catacumba", se usa para definir cualquier tipo de necrópolis subterránea. El término antiguo para designar estos monumentos es "coemeterium", palabra que deriva del griego y significa "dormitorio", subrayando con ello el hecho de que para los cristianos la sepultura era un momento provisional, de transición en el camino hacia la resurrección.
Según algunos estudiosos el término catacumba, referido a todos los cementerios cristianos definía, antiguamente, sólo el complejo de San Sebastián en vía Appia. Ya que era, de hecho, el nombre con el que se designaba la zona de excavaciones en piedra entorno a las catacumbas de San Sebastián.