La via Francigena del Lacio, no solo Roma
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Roma es sin duda el punto central de la via Francigena, aunque los alrededores del Lacio visitados por los peregrinos albergan lugares menos conocidos e igualmente fascinantes: entre naturaleza, arte, arquitectura y espiritualidad, aquí tienes 5 enclaves que vale la pena conocer.
La catedral del Santo Sepulcro en Acquapendente
Localidad medieval de Viterbo incluida entre los pueblos más bellos de Italia, Torre Alfina, una aldea de Acquapendente en la frontera con la Toscana, conserva antiguas iglesias. La más significativa es la catedral del Santo Sepulcro, con la preciosa cripta románica de veinticuatro columnas idéntica a la de Jerusalén, y donde, según la tradición, se conservan las piedras con la sangre de Cristo traídas por los cruzados al regresar de Tierra Santa.
El lago de Bolsena
La mayor cuenca volcánica del Lacio, con las islas Bisentina y Martana decoradas de verde y ricas en antiguos testimonios, es famosa por sus anguilas, como recuerda también Dante en la Divina Comedia. Para pescarlas se utilizaba una embarcación típica. Hoy se emplea para las excursiones turísticas, y permite adentrarse en los rincones más escondidos entre vegetación y cañaverales. También se puede practicar vela y windsurf, así como rutas en bicicleta. Por aquí pasa también el Sentiero dei Briganti del siglo XIX, que sigue sus antiguas huellas.
Viterbo: el Palacio de los Papas y la Cava Sant’Antonio
Cerca de los montes Cimini, la espléndida ciudad de arte luce, entre las sinuosas calles del centro histórico, zonas arqueológicas y palacios renacentistas de gran valor. Entre ellos destaca el Palacio Papal del siglo XIII en la colina de San Lorenzo, que alberga la galería de arcos que permite acceder al Salón del Cónclave, sede de las históricas elecciones papales. No te pierdas tampoco la misteriosa Cava di Sant’Antonio, un sugerente trazado etrusco en el subsuelo excavado en la toba entre paredes altísimas envueltas por la penumbra.
El Parque de los Acueductos en la Appia Antica
Se trata de un pulmón verde que forma parte del parque regional suburbano de Appia Antica, en la zona que fue la encrucijada fundamental de la red hídrica de la antigua Roma, de la que aún quedan los imponentes restos de seis de las once célebres estructuras. A ellos se añade el acueducto renacentista Felice, todavía utilizado para el riego, que surte también a un estanque, un curso de agua y una cascada. Actualmente, también se ha llevado a cabo la restauración hídrica y paisajística de la marrana del Acqua Mariana.
La abadía de Fossanova
El espectacular complejo monástico cisterciense en la provincia de Latina nace como un pequeño pueblo rural, que incluye una iglesia, un convento, una enfermería, un establo y un hospicio para peregrinos, todos ellos en perfecto estado de conservación. Cuenta con una fachada blanca con un enorme rosetón, interiores muy luminosos y un claustro con columnas y capiteles finamente trabajados, sala capitular y refectorio, además de la habitación que albergó a Santo Tomás de Aquino en sus últimos días de vida. Gracias a su perfecta acústica, cada verano se celebra el Festival Pontino di Musica.