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Basílica de los Cuatro Santos Coronados

Resumen

En una posición aislada en el Celio, la basílica de los Cuatro Santos Coronados puede parecer a primera vista una fortaleza. En realidad, se trata de un verdadero complejo conventual que desde el siglo XVI está habitado y gestionado por las monjas agustinas. Podría estar dedicado a cinco canteros asesinados en la época de Diocleciano por no haber querido esculpir una estatua del dios Esculapio, o tal vez a cuatro soldados romanos (Severo, Severiano, Carpoforo y Victorino) que se negaron a venerar la estatua. Lo cierto es que este lugar lleno de misticismo te dejará sin aliento. El edificio fue fundado a mediados del siglo V, ampliado en el siglo VII, transformado en el IX por León IV (época a la que se remonta el campanario, que es el más antiguo de Roma) y reconstruido por Pascual II en 1111. El monasterio y el oratorio de San Silvestre se levantaron entre finales del siglo XII y principios del XIII. La iglesia, a la que se accede después de atravesar los dos primeros claustros del convento, tiene tres naves, con matroneos, suelo de estilo cosmatesco y fragmentos de pinturas medievales y del siglo XVII. Desde la nave izquierda se accede al silencioso claustro cosmatesco, obra de marmolistas romanos del siglo XIII, sobre el que se abre la capilla de Santa Bárbara con frescos de los siglos XII-XIII. En la capilla del oratorio de San Silvestre, consagrado en 1247, hay hermosos frescos de la misma época con historias de la vida de Constantino. Con las restauraciones del complejo se ha recuperado la conocida como Aula Gótica, en la primera planta de la Torre Mayor, con un dinámico ciclo pictórico de mediados del siglo XIII con representaciones de las artes y los meses.

Basílica de los Cuatro Santos Coronados

Via dei SS. Quattro, 20, 00184 Roma RM, Italia

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