Campania por mar: en barco de Nisida al cabo Palinuro a lo largo de la Ruta de la Sibila

La navegación parte de Nisida, una pequeña isla situada frente a Pozzuoli. Ten tu máscara y tus aletas a mano, porque se impone una inmersión frente a Bagnoli, para admirar Baia, la «Pompeya sumergida»: a apenas 5 metros de profundidad se esconde un tesoro de una belleza incalculable. Vivirás la experiencia inolvidable de sumergirte en un mar esmeralda y nadar entre los restos de la antigua ciudad engullida por las olas.

Antes de poner proa hacia Nápoles, vira con rumbo 225°, navega 6 millas y desembarca en Procida, la isla de Arturo, tierra salvaje y marinera, que te embriagará con su perfume de limón. Después de 4 millas llegarás a Isquia, la gran y magnífica isla del mito, conocida por sus curas termales, los restos arqueológicos y el Cretaio, monte en el que todavía se pueden observar las fumarolas. Haz una parada en Forio, Lacco Ameno, Ischia Porto y el castillo Aragonés, al que se puede llegar a través del puente que conecta la isla principal con el islote en el que se encuentra la construcción.

Pon rumbo a 50° durante 18 millas, deja a tu izquierda la punta de Pozzuoli y, después de una visita a los Campos Flégreos y al Antro della Sibilla, dirígete hacia Nápoles. El mejor embarcadero está en Posillipo, pero también es fabuloso el que está bajo el Castel dell'Ovo. De Capodimonte a la capilla San Severo, del teatro San Carlo a la plaza del Plebiscito, de San Gregorio Armeno a la Sanità, las razones para tomar tierra en Nápoles son infinitas. Todo bajo la sombra del Vesubio, que nos remite inmediatamente a Pompeya, de visita obligada junto con Herculano.

Zarpa de nuevo y decide si bordeas todo el golfo, dirigiéndote hacia Torre del Greco, Torre Annunziata, Marina di Vico Equense hasta el cabo de Sorrento, o pon rumbo 190° durante unas 25 millas y llegarás a Capri, poniendo proa hacia Marina Grande y admirando los farallones, la gruta azul y la famosa «piazzetta».

Desde Capri, durante 7 millas y con rumbo 80°, puedes navegar hacia Sorrento y su inolvidable costa, que se une a la de Amalfi. Desde el Área Marina Protegida y el Parque Natural de Punta Campanella, rodeada por los montes Lattari, pon rumbo a Positano y luego a Amalfi. El recorrido por la costa de Amalfi es de aproximadamente treinta millas e incluye una visita a la República Marítima, desde la torre Sarracena de la Luna hasta la catedral de San Andrés Apóstol, con degustación de granizado de limón incluida.

De nuevo a bordo. Después de unas 42 millas llegarás a Agropoli: estás en las tierras de Eneas, después de haber cruzado otra ruta, la de Ulises. En Capri, de hecho, habrás dejado el archipiélago de Li Galli, la antigua Sirenuse, la isla de las sirenas de Ulises, mientras que en Pozzuoli el lago Averno es la puerta del infierno custodiada por la hechicera Circe. Y es precisamente Ulises, navegando por el Mediterráneo meridional, quien no te abandona.

Antes de dirigirte directamente a Agropoli, echa un vistazo a Ravello, con los imperdibles escalones de Villa Rufolo, y a Furore, con su inconfundible fiordo. Luego dirígete a Salerno: desde Amalfi son 12 millas.

El atraque en el puerto de Salerno se realiza con total comodidad. Aprovecha para visitar la ciudad, su catedral y el majestuoso castillo de Arechi. Luego, regresa al mar hacia Agropoli: es imprescindible hacerse con provisiones de «mozzarella» de búfala y tomates, pero también visitar uno de los sitios arqueológicos más importantes del Mediterráneo, donde se fusionan las culturas griega, romana y lucana.

Gira en punta Licosa y, después de 20 millas, estarás en Acciaroli: encontrarás la maravillosa Marina di Pioppi, que con las anchoas de Menaica y otras delicias explica a la perfección las bondades de la dieta mediterránea.

Diez millas más allá te encontrarás con Marina di Casal Velino; ve directamente al muelle, porque el embarcadero es pequeño, o sigue adelante para llegar a Velia, la antigua Elea, ciudad de Parménides, con un sitio arqueológico envidiable. Se encuentra en el corazón del Cilento, anunciado por sus enormes olivos.

Pon rumbo al cabo Palinuro y vive a bordo el mito de Eneas y su timonel, que se abandona al sueño en plena travesía. Dirígete a Marina di Camerota y entra en el golfo de Policastro. El último punto de atraque es Sapri: te da la bienvenida la estatua de la Espigadora, sobre una roca. El amplio puerto te ofrece un atraque seguro y embarcaderos para el abastecimiento.

Información proporcionada por Viaggio Italiano