Rodeada de mar por tres lados y de muy difícil acceso, la fortaleza del Rione Terra fue la sede de la colonia romana de Puteoli en el año 194 a. C. El trazado urbano regular actual atestigua la disposición de la antigua ciudad, estructurada según un sistema de ejes ortogonales con dos calles principales: tradicionalmente, el «decumanus maximus» de la colonia se identifica con la arteria de Via Duomo, donde aún es posible ver el antiguo pavimento bajo la calle moderna; el «cardo maximus» se identifica, en cambio, con Via del Vescovado.
Por lo que respecta al período republicano, hasta ahora se han encontrado pocos testimonios: tramos de las murallas de la ciudad, que seguían un trazado dictado por el curso de la ribera de toba, así como algunas estancias con muros poligonales de toba y bóvedas de cañón realizadas con escamas de toba, halladas bajo el Episcopio.
A lo largo del decumano del año 194 a. C. se han encontrado numerosos edificios, graneros («horrea») y tiendas («tabernae»), reconstruidos en «opus reticulatum» en la época de Augusto; el nivel más alto está ocupado por un complejo termal con suelos de «opus sectile», mientras que los cimientos están constituidos por grandes cisternas excavadas en el banco de toba de la colina. Los edificios están conectados a la calle por un pórtico formado por pilares de «opus latericium» sobre tacos de base de «piperno», que se remonta a los tiempos de Nerón y Vespasiano.
En el lado norte del mismo decumano, antes de llegar al templo de la ciudad, hay un edificio público cuya función original se desconoce, pero que en la antigüedad tardía se utilizó como «pistrinum» (taller de molienda y panadería) y equipado con muelas de piedra «leucitica», halladas en el lugar.
En el lado sur del decumano, semienterrado, hay un gran complejo formado por cuatro «criptopórticos» uno al lado del otro, orientados al norte y al sur, de planta rectangular con bóveda de cañón, que datan de las primeras décadas del siglo II a. C. En la época de Augusto, se añadió un quinto «criptopórtico» con un trazado ortogonal a los demás, con orientación este-oeste y paralelo al «decumanus maximus». De esta zona proceden las esculturas de «opera nobilia», que constituían una especie de itinerario museístico destinado a embellecer el complejo augusto de la acrópolis y que ahora se exponen, junto con otros restos, en el Museo Archeologico dei Campi Flegrei de Baia.