Las catacumbas de Nápoles
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Las catacumbas de Nàpoles, en la región de Campania, son un monumento a la religiosidad de los partenopeos. Entre todas ellas, las catacumbas de San Jenaro ocupan casi 5600 metros cuadrados excavados en la colina de Capodimonte y acogen casi 2000 lóculos y 500 arcosolios. Suponen un destino buscado por los turistas que vienen acompañados de guías en trajes de época a través de vistas con tintes teatrales que concluyen, si se desea, con la degustación de platos típicos en las sacristías de antiguas iglesias.
Las catacumbas de San Jenaro
Las catacumbas de San Jenaro son las más extensas del sur de Italia, se sitúan bajo uno de los barrios más poblados y típicos de Nápoles, el barrio Sanitá, y son un pedazo importante de la historia de la ciudad, fuertemente vinculada con la de su patrón protector, San Jenaro precisamente, cuyos restos fueron trasladados a las catacumbas existentes en el siglo V. Desde entonces, estos lugares de sepultura se han convertido en un destino de peregrinación hasta finales del siglo XI. Olvidadas posteriormente durante siglos fueron redescubiertas recientemente.
Arte e historia
Las catacumbas de San Jenaro se componen de dos niveles no superpuestos. El núcleo original se remonta a un largo período entre finales del siglo II e inicios del siglo III. Del llamado “Vestíbulo Inferior” en los siglos sucesivos han surgido los deambulatorios de la catacumba inferior, según un esquema de excavación amplio y horizontal. La catacumba superior, originada por un antiguo sepulcro llamado “Vestíbulo Superior” es conocida por los frescos de la volta de finales del siglo II y por la pequeña “Cripta de los Obispos” ubicada en la tumba de San Jenaro donde se enterraron algunos de los obispos napolitanos, mientras la majestuosa “Basílica Mayor” es fruto de una amplia transformación de los cercanos espacios realizada cuando, en el siglo V, fue trasladado el santo.
Acceso y estructura
El acceso a las catacumbas hoy se puede efectuar tanto por la plazoleta de la Basílica de la Incoronata del Buen Consiglio de Capodimonte, como por la Basílica de San Jenaro Extramoenia. El conjunto de catacumbas de San Jenaro es de una extensión extraordinaria y se presenta como un elemento único, aunque en realidad es el resultado de la ampliación y uniones de hipogeos originalmente separados.
Las catacumbas de San Severo y San Gaudioso
Otras catacumbas subterráneas son las de San Severo, unidas a la memoria del obispo Severo y de las que queda solamente un pequeño cubículo, mientras que las de San Gaudioso, a las que se accede desde la Basílica de Santa María de la Sanitá se caracterizan por las sepulturas de cráneos de los difuntos, insertados en las paredes del deambulatorio, a cuyos lados se abren cubículos con interesantes arcosolios decorados con pinturas o con mosaicos de los siglos V-VI, en los que aparecen símbolos como el cordero, el pavo real o los racimos de uva.
Curiosidades
Las espectaculares catacumbas de San Jenaro las gestiona la cooperativa social “La Paranza”, formada por jóvenes del barrio, tras haber sido recuperadas gracias a la colaboración de L’Altra Napoli Onlus, de don Antonio Loffredo y de las cooperativas y asociaciones de ciudadanos ya presentes en el barrio.