Resumen
Los Campos Flégreos, una de las zonas más apreciadas y visitadas de Campania, a la que se puede llegar en pocos minutos desde el corazón de Nápoles, está salpicada de las numerosas huellas naturales dejadas a lo largo de los siglos por la intensa actividad volcánica que siempre ha caracterizado a esta zona. Entre estas destacan los llamados lagos Flégreos, antiguas láminas de agua en torno a las cuales se han creado verdaderos oasis ricos en biodiversidad.
El más famoso de los cuatro lagos Flégreos, mencionado incluso por Virgilio y Homero, es el lago Averno, el único de origen volcánico y con más de 4000 años de historia a sus espaldas. A poca distancia se puede admirar el lago Lucrino, el más pequeño de los cuatro, separado del Mediterráneo por una estrecha franja de tierra, mientras que al este de Bayas, aldea del municipio de Bacoli, se muestra en todo su esplendor el lago Fusaro, que antiguamente se identificaba con el pantano infernal formado por el legendario río Aqueronte. Esta lámina de agua fue de especial importancia durante la época de los Borbones, cuando se incluyó en la reserva de caza y pesca de los soberanos.
El más lejano de todos, separado del mar por rocas de toba, es el lago Miseno, llamado así por el legendario compañero de Ulises citado por Homero. Aquí, en época romana, se encontraba el importante puerto que albergaba la flota imperial.
Campi Flegrei, 80125 Napoli NA, Italia
