Bañarse en la piscina natural de los Baños de la Reina Giovanna
En Capo Sorrento existe una piscina natural de aguas espléndidas: una cuenca virgen en un paisaje salvaje y romántico.
Este rincón de naturaleza impresionante es conocido como los Baños de la Reina Giovanna: se cuenta que la reina de Nápoles acudía a este lugar para bañarse y disfrutar de la vista del paisaje, en compañía de sus jóvenes amantes.
Un pequeño y precioso oasis
Los baños de la Reina Giovanna se encuentran en el promontorio de Punta Capo, en Sorrento, una parte del litoral del Área marina protegida de Punta Campanella. Se trata de una laguna bordeada por rocas calcáreas erosionadas por el viento y conectada al mar por un estrecho paso, una especie de puerta de entrada dominada por un espectacular arco que forman los acantilados. Dentro de la piscina, el agua está tranquila, con el fondo marino de guijarros.
Sumérgete pero ten cuidado con el mar abierto, pronto el fondo marino se hace profundo y las corrientes se vuelven fuertes. La incomparable belleza del lugar se debe también a que no hay nada que perturbe la naturaleza, ni bares ni restaurantes, ni servicio de sombrillas, ni otras instalaciones. Tampoco hay playa. Tienes que permanecer sobre pequeñas terrazas rocosas. Así que llévate agua y provisiones si quieres pasar varias horas allí, así como las imprescindibles zapatillas de monte. Si quieres más comodidad, tras una breve visita a la piscina puedes dirigirte al Lido la Solara, a unos cientos de metros.
Sólo a pie
Ningún vehículo puede llegar ahí. Debes ir calzado con zapatillas de deporte y prepárate para caminar: a los Baños de la Reina Giovanna sólo se puede llegar a pie. Se tarda unos 15/20 minutos, partiendo de Capo Sorrento y siguiendo las indicaciones hacia Ruderi Romani. Un paseo muy agradable. Al fondo, se divisa el Golfo de Nápoles abarcando la península de Sorrento hasta las islas de Ischia y Procida, el Vesubio y Capri. A primera hora de la mañana y al atardecer, el espectáculo alcanza su máxima belleza.
Una reina libertina
La reina Giovanna II D'Anjou-Durazzo, soberana de Nápoles, tiene su estatua en la iglesia de San Juan Carbonara de Nápoles, donde reinó de 1414 a 1435. Hasta aquí la historia, pero la leyenda añade detalles picantes. Se dice que la soberana era una mujer hechicera y libertina y que era aquí, en sus baños, donde le gustaba bañarse con amantes mucho más jóvenes, algunos de los cuales, al parecer, estaban destinados a una muerte segura y sangrienta.
La Villa de Pollio Felice
Una de las villas construidas aquí por los romanos es la domus del siglo I a.C. del noble romano Pollio Felice. Hoy en día sólo podemos ver sus ruinas, justo en la cima del promontorio de Capo Sorrento. De hecho, la zona es también un yacimiento arqueológico, y de camino a los baños de la Reina Giovanna te encontrarás con varios hallazgos. La villa marítima de Pollio Felice era una inmensa finca de al menos 30000 metros cuadrados, con otra vivienda conectada a la principal por túneles y subterráneos. Esta última se utilizaba para la pesca y las actividades agrícolas.
Los vinos y los limones siempre han sido el orgullo de la zona. Los cítricos de Sorrento son ahora un producto con Indicación Geográfica Protegida. Una limonada fresca en la calle es toda una experiencia, al igual que una visita a la pastelería: la delicia de limón es una suave cúpula de bizcocho rellena de una crema pastelera y otra de limón, con un baño de limoncello.
Sorrento y las islas cercanas
Las vacaciones acuáticas continúan con visitas a las islas y a Sorrento, una ciudad costera milenaria aferrada a los acantilados. Los baños de la reina Giovanna están muy cerca del centro histórico. Debes visitar el Claustro de San Francisco y el Duomo, y luego podrás relajarte sentado al aire libre en un café entre Piazza Tasso y Corso Italia, un cruce de calles repletas de restaurantes y tiendas. El aire es balsámico, pleno de perfumes, con una atmósfera de atractiva mundanidad. Si quieres ir navegando hacia Ischia y Procida, te esperan más playas y acantilados, en medio de paisajes inolvidables.