Resumen
Al igual que ocurre con el llamado templo de Venus, no muy lejos de aquí, tampoco aquí es necesario adquirir una entrada para el parque arqueológico de Terme di Baia para admirar la mayor sala abovedada de la concentración arqueológica de la zona de Bacoli. Incluso en el caso de este edificio, separado del parque por la vía férrea que desde finales del siglo XIX une los Campos Flégreos con el centro de Nápoles, no se
puede hablar de templo, como habían pensado los primeros arqueólogos. Lo cierto es que forma parte de un complejo termal construido junto a las paredes del cráter volcánico de la época. Se pensaba que Diana, la diosa de la caza, era un relieve de mármol que representaba animales encontrados en la zona, pero probablemente solo era un resto de la elegante decoración que cubría las paredes y los techos.
La mampostería superviviente se ha analizado meticulosamente, y se ha llegado a la conclusión de que el edificio es el más reciente, adjetivo quizá un poco fuera de lugar, hablando de antigüedad, entre los grandes complejos de baños de Baia. Una fecha probable podría situarla en torno al siglo III. Según informan las fuentes, en esa época el emperador Alejandro Severo habría construido un suntuoso palacio para su madre, Julia Avita Mamea.
