El Zoosafari de Fasano, biodiversidad en 6 etapas, con una sorpresa
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Por el número de especies presentes. Con sus 140 hectáreas, es un auténtico oasis de biodiversidad y, siguiendo el espíritu de los zoológicos modernos, desempeña un importante papel en la protección y salvaguarda de muchas especies en peligro de extinción.
Encuentros cercanos
Inmerso en la naturaleza y rodeado de animales de todas las especies, acogidos y mantenidos aquí en total libertad, el Zoosafari es un paraíso natural donde pasar un día lleno de emociones y encuentros inolvidables: ver al león que bosteza nada más despertarse, contemplar a los hipopótamos bañarse bajo las ramas, ceder el paso a una fila de cebras nerviosas o hacer el mono con un chimpancé descarado. Cada vista es una sorpresa, una nueva exploración.
El parque está dividido en varias zonas, a las que se añade una sorpresa final: el parque FasanoLandia, dedicado al entretenimiento, lo último pero no lo peor de la visita a Fasano.
Primera etapa en coche: el Safari
Esta es la parte más "salvaje", una ruta de 6 kilómetros llena de adrenalina que sólo se puede recorrer en coche, furgoneta o autobús. Un auténtico safari entre los olivos y algarrobos centenarios del maquis mediterráneo, donde podráis observar, a corta distancia, hasta 3000 animales de 200 especies distintas: animales de la sabana, leones, tigres, jirafas, gacelas, elefantes, cebras, bisontes, en libertad y mezclados con otras especies pertenecientes a diferentes ecosistemas: avestruces, llamas, camellos y dromedarios, y también podréis ver ciervos y flamencos.
Segunda etapa peatonal: la Zona de primates
Tras el recorrido en coche, la visita continúa a pie. Completamente inmersos en el verdor, el sendero depara otras emocionantes sorpresas: entraréis en el animado mundo de los primates, tan sorprendentemente parecidos a nosotros: desde el entrañable gorila Riù, la verdadera estrella del parque, hasta los hiperactivos chimpancés, pasando por la manada de lémures, las simpáticas y dóciles alpacas, los licaones y diversas aves de gran tamaño.
Tercera etapa en el Metrozoo: el Lago de los grandes mamíferos
Una vez finalizado el recorrido peatonal, es hora de volver a subir a otro vehículo, esta vez al Metrozoo, un monorraíl con vistas panorámicas que, rozando las copas de los árboles, lleva a los visitantes hasta un nuevo reino, esta vez acuático: un pequeño lago salpicado de islotes y coronado por una pequeña cascada que alberga una variada colonia de focas, hipopótamos, gibones cantores y, sorprendentemente, osos pardos y osos polares. Al volver pasaréis por la ruidosa aldea de los monos, con sus animados y activos huéspedes.
Cuarta etapa: Sala tropical, el Reptilario/Acuario
Siempre dentro de la zona peatonal, el itinerario continúa en interiores, pasando a la Sala tropical, una carpa climatizada de unos 700 metros cuadrados dedicada a diversos reptiles, peces e invertebrados: aquí es posible observar de cerca todo tipo de serpientes, tanto venenosas como no venenosas (boas, pitones, serpientes de cascabel, víboras), tortugas terrestres y de agua dulce, lagartos, iguanas, varanos, geckos, camaleones, caimanes, así como arañas gigantes, escorpiones y mariposas.