Cortina d’Ampezzo-Pieve di Cadore
La salida se encuentra en el Passo Cimabanche, que separa los valles de Ampezzo y Pusteria, y la etapa se desarrolla a lo largo de constantes pendientes por una carretera parcialmente de tierra y parcialmente asfaltada. A tu alrededor, podrás apreciar los bosques de coníferas y encinas que animan la “Lunga via delle Dolomiti”. El camino es fácil, pero ten cuidado con los peatones cerca de Cortina d’Ampezzo.
Después de pasar por la perla de los Dolomitas, patrimonio de la UNESCO, se continúa hacia el sur por el arroyo Boite hasta San Vito di Cadore, donde los macizos del Antelao y del Pelmo se asoman imponentes. El arroyo se aleja del camino y se dirige hacia el valle, por lo que, una vez que se llega a Borca di Cadore, hay que continuar por las nuevas ciclovías y antiguos túneles, atravesando las pintorescas comunidades montañosas de Vodo, Venas, Valle y Tai.
En Pieve di Cadore, tómate un momento para admirar la casa natal del pintor Tiziano, la zona arqueológica romana, la iglesia arcediana, el Museo Etnográfico y el Museo de las Gafas. De nuevo en bicicleta, continúa hasta Calalzo di Cadore, a orillas del lago de Centro Cadore.
Pieve di Cadore-Belluno
Desde Pieve di Cadore, la ciudad de las gafas, una nueva ciclovía continúa cuesta abajo hacia Perarolo di Cadore. El paisaje salvaje de los alrededores resuena con el gorgoteo del río Piave.
En Ospitale di Cadore se encuentra la reserva de Val Montina: el camino suspendido sobre el río atraviesa el desfiladero que precede al pueblo de Castellavazzo; aquí, en el Museo de los Zattieri del Piave, se revela el secreto de cómo flotaba Venecia en la laguna y se pueden conocer los oficios vinculados al bosque y al río. Después el paisaje cambia: el valle se ensancha hacia Longarone, tristemente recordado por la presa de Vajont y la tragedia del desprendimiento del Monte Toc. Bordeando el Piave, continúa hasta Soverzene, gira hacia Ponte nelle Alpi y llegarás a Belluno.
Belluno-Vittorio Veneto
La salida de Belluno será un poco caótica debido al tráfico, pero todo merecerá la pena en cuanto llegues al Lago di Santa Croce, la mayor superficie de agua de la zona de Belluno, a la que se llega cruzando el río Piave y siguiendo la orilla del canal Cellina. A su alrededor, el inmaculado bosque de Cansiglio, fuente de madera para el Arsenal de Venecia.
En la Farra d’Alpago se produce el descenso más largo de la ruta, a lo largo del Val Lapisina. La antigua carretera nacional de Alemagna tiene la particularidad de pasar por debajo de viaductos de autopista. Hacia abajo se encuentran, el lago de Morto y el de Restello, este último conocido por la torre medieval de San Floriano, que defiende el pueblo de Serravalle, un distrito al norte de Vittorio Veneto.
Vittorio Veneto-Treviso
Antes de continuar, echa un último vistazo a la escalinata que va desde la catedral de Serravalle hasta el Santuario de Santa Augusta. De vuelta sobre la bicicleta, continúa por la ciclovía que bordea el río Meschio.
Será difícil no distraerse por el camino: al sur, los viñedos de Conegliano, que adornan las colinas; el Castillo, actual sede del Museo Cívico, que se eleva por encima de todo y, por supuesto, las colinas de la campiña del Véneto, que se suceden sin interrupción. La última elevación que se encuentra a mano derecha es el Montello, hasta llegar a Montebelluna, luego se debe continuar hacia Treviso.
Al centro histórico se accede pasando por la puerta monumental de San Tomaso y se debe avanzar hacia la Piazza dei Signori.
Treviso-Venecia
Después de admirar los maravillosos muros renacentistas del centro histórico, la Catedral, del Palazzo dei Trecento y la Casa dei Carraresi, queda el último tramo.
En las afueras, una pasarela conduce al Cimitero dei Burci, repleto de barcos hundidos.
En Casier, las riveras acompañan el gran recodo en el que se encontraba el puerto fluvial más importante del Sile. Cuidado al llegar a Quarto d’Altino: es aconsejable desviarse por la antigua ruta de la Via Claudia Augusta Altinate, donde merece la pena detenerse en el museo arqueológico con los restos de la Altinum romana.
Dos opciones para el regreso a Venecia: por tierra en dirección a Mestre o por el Sile hasta mar abierto, pasando por Caposile, Jesolo y Treporti.