Cortina y alrededores
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Cortina d'Ampezzo, situada en el corazón de las Dolomitas vénetas en un amplio valle rodeado de otras cimas, es una de las localidades de montaña más famosas del mundo.
Situada en la región de Véneto, es Sede de las olimpíadas invernales de 1956 y localidad de esquí por antonomasia, símbolo de la vida mundana italiana e internacional, Cortina es, desde siempre, un destino deseado por los aficionados a la montaña y a los paisajes, al deporte y a la diversión.
Situada en una amplia cuenca verde de prados y bosques, la “Reina de las Dolomitas” está rodeada por altas montañas únicas en su género debido a los tonos rosados de la roca: el Antelao, el Sorapiss, la Croda da Lago, la Croda Rossa, las Tofane y el Cristallo son grupos dolomíticos de singular belleza. Maravillosa es también la muralla natural del Pomagagnon, que les sirve de fondo.
De este modo sus 400 kilómetros de pista, incluidos en el circuito Dolomiti Superski (1200 kilómetros de pistas que incluyen 12 valles), Cortina es una localidad para los amantes del esquí. Las principales zonas dedicadas a este deporte son Faloria, el Cristallo, el Pocol-Tofana y las Cinque Torri (Cinco Torres).
Entre los itinerarios más llamativos del conjunto de Cortina figuran algunos recorridos de esquí temáticos como el Skitour Olympia, que recorre sendas a lo largo de las cuales tuvieron lugar las competiciones olímpicas de1956 y el Giro della Grande Guerra que incluye galerías y lugares construidos durante la Primera Guerra Mundial. Para descubrir mejor el encanto de sus montañas nevadas se puede optar por una excursión con raquetas de nieve y recorrer uno de los trayectos de esquí de fondo.
También en verano Cortina ofrece múltiples oportunidades de relax, deporte y diversión: a lo largo de los 300 kilómetros de senderos son numerosos los itinerarios, más o menos arduos. Para los más expertos es posible hacer un recorrido que permite alcanzar las cimas más bellas y que ofrecen vistas panorámicas. Entre los deportes de verano figuran el golf, la equitación, la bici de montaña y el alpinismo. Los más valientes pueden divertirse haciendo rafting, kayak, canoa y taxi bob. El wheel taxi bob es un bob con ruedas que permite experimentar la adrenalina de un descenso a lo largo de la pista Olímpica en verano.
Sin embargo Cortina no ofrece sólo esquí y deportes de invierno, sino que acoge más de 250 tiendas donde se puede encontrar lo mejor de la alta moda italiana y del Made in Italy, pero también obras de artesanía locales, de arte, joyas y antigüedades. Corso Italia, corazón mundano de Cortina es una de las calles italianas más famosas para hacer compras y se encuentra siempre atestada de turistas atraídos por los escaparates, los cafés y los locales que la flanquean.
En esta zona la historia del siglo XX ha dejado huellas imborrables: bajo las Cinque Torri no hay que dejar de ver el museo al aire libre dedicado a la Primera Guerra Mundial y es casi una obligación hacer una excursión al Parque Natural de las Dolomitas de Ampezzo, donde se puede admirar la naturaleza en estado puro a través de ocho ferrovías y seis senderos. Una óptima acogida ofrecen los once refugios alpinos situados en el parque y en las cercanías.
La cocina de Ampezzo está influida por la tradición tirolesa. De hecho, muchos platos típicos presentan aún hoy los nombres originales en alemán. Los más famosos son los “canederli” (variación de los Knödel tirolesi), una especie de ñoquis grandes de pan rallado y los “casunziei”, ravioles triangulares rellenos de grelos rojos o patatas, aderezados con mantequilla y semillas de amapola.