Gressoney-Saint-Jean

Gressoney-Saint-Jean

Gressoney-Saint-Jean, una elegante estación turística ya favorecida por la reina Margarita de Saboya, que la eligió para sus vacaciones de verano. La ciudad ocupa una amplia meseta a los pies del Monte Rosa, que se refleja en las aguas del lago Gover. Caracterizado por numerosas pequeñas aglomeraciones de casas Walser, unidas por fáciles paseos por senderos históricos, el pueblo incluye: Villa Margherita, sede del ayuntamiento; el Alpenfaunamuseum, que alberga una valiosa colección de caza y fauna alpina; y el Castillo de Saboya, que, inmerso en el bosque e iluminado, parece haber salido directamente de un cuento de hadas. En verano, además de practicar el senderismo por senderos de diferente dificultad, ofrece un campo de golf, una vía ferrata y la Sport Haus. En invierno -además de patinar en el lago Gover, caminar con raquetas de nieve y subir a las cascadas heladas- se pueden utilizar las pistas de esquí nórdico para conocer a los mejores atletas del equipo nacional o para esquiar por la noche en la pista de Weissmatten. Numerosas fiestas, incluso religiosas, como la procesión de San Juan y la Asunción, con mujeres vestidas con hermosos trajes de Walser, animan los días de los huéspedes, con degustaciones de la gastronomía local, con la Toma di Gressoney a la cabeza.