Resumen

La catedral de Aosta se levanta sobre una primitiva construcción románica de los siglos XI-XII, de la que quedan los dos campanarios del ábside y, bajo la cubierta, un importante ciclo de frescos realizado entre 1030 y 1040 que no se empezó a recuperar hasta los años 1986-1991. La iglesia se reformó en el siglo XV. La fachada presenta una bella factura arquitectónica, escultórica y pictórica de 1526. El interior, gótico, conserva notables vidrieras de finales del siglo XV y principios del siglo XVI, y algunos fragmentos del mosaico que cubría el suelo, de los siglos XII-XIII. En la zona del presbiterio, se pueden admirar el monumento sepulcral de Tomás II de Saboya, de Stefano Mossettaz (primera mitad del siglo XV) y, en particular, el coro de madera tallada (1469-70). Al final de la nave derecha, mediante una escalera, se desciende hasta la cripta, cuya parte más antigua data del siglo IX y en la que cuatro de las diez columnas tienen capiteles lombardos y carolingios. Detrás del coro se ha instalado el Museo del Tesoro della Cattedrale, con una colección de importantes objetos de culto procedentes de diferentes iglesias de la diócesis. En el lado izquierdo se ubica el claustro de la catedral, de planta trapezoidal, cuya construcción comenzó en 1442 el saboyano Pietro Berger, sobre un claustro preexistente del siglo XI, y cuyas obras finalizaron en 1460 bajo la dirección del escultor de Aosta Marcello Gerard.