Resumen
A la izquierda de la catedral, tras un templo de seis columnas, se atraviesa un antiguo paso para acceder al criptopórtico forense, el cual tiene forma de herradura, se encuentra en parte enterrado, presenta una cubierta de bóveda de cañón y está articulado en dos pasillos por una serie de arcos rebajados y macizos pilares de travertino, iluminados por pequeñas ventanas con forma de boca de lobo. Esta galería tenía principalmente la función de contener y regularizar el terreno sobre el que se alzaba el área sagrada, en ligera pendiente. Entre los siglos III y IV, el criptopórtico se convirtió probablemente en un almacén. Estaba conectado con el pórtico del foro y ofrecía un camino protegido en invierno. También servía de soporte a un pórtico que enmarcaba los dos templos situados a cada lado.
