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Ocio
Umbría

Festival de Todi

El pueblo de Umbría se convierte en un teatro al aire libre.

2 minutos

A finales de agosto y principios de septiembre, las calles y plazas de Todi se llenan de gente y de bullicio: ciudadanos, turistas, artistas... algunos curiosos, otros impacientes, otros entusiasmados por una próxima actuación, pero todos irremediablemente atrapados en las mil emociones del Festival de Todi.

Arte, pasión y fantasía

Concebido y fundado por Silvano Spada en 1987, el Festival de Todi representa hoy, uno de los mayores eventos culturales de Italia, con teatro, danza, música, artes visuales y literatura. A lo largo de los años, el certamen se ha ido ampliando con nuevos espacios, nuevas secciones, nuevas ideas, caracterizadas por una tendencia a salirse de la norma con la mirada puesta en el pasado y una apuesta por lo nuevo y la experimentación, especialmente en el ámbito de la dramaturgia italiana. Es una realidad muy viva y dinámica, que ha sido un trampolín para muchos jóvenes actores, autores y directores. El Festival de Todi es sinónimo de contaminación de géneros y de propuestas culturales originales, de textos clásicos junto a textos modernos, de estrenos de autores italianos e internacionales.

El arte y el pueblo, un unicum indisoluble

Quizás sea aún más sensacional el hecho de que todo esto no tenga lugar a puerta cerrada en algún teatro de vanguardia, sino en las calles de la ciudad, al aire libre o en el interior de iglesias y palacios que son símbolos de la historia y la cultura de Todi. Y es precisamente así como el festival ha entrado de lleno en la vida de la ciudad, tejiéndose en su tejido social. En efecto, Todi es el lugar perfecto para un festival de este tipo: no sólo la Piazza del Popolo, corazón de la ciudad y del evento, donde se celebraron conciertos e iniciativas de gran calibre, sino también numerosos rincones del centro histórico, como las escaleras de la iglesia de San Fortunato, y lugares insólitos y evocadores en la periferia inmediata de la ciudad, con la clara intención de aumentar la participación y el conocimiento de la zona. Pero el lugar elegido sigue siendo él: el espléndido Teatro Municipal diseñado por Carlo Gatteschi, con su interior decorado con estucos y frescos y su telón que representa la llegada de Ludovico Ariosto a Todi.

Y por si todo esto fuera poco, el Festival de Todi ofrece una serie de eventos colaterales: el espectáculo «Todi Off», diversos seminarios relacionados con la danza y la interpretación, el «Teatro e Critica Lab», y otras propuestas para los que llegan de otros lugares: visitas guiadas, degustaciones gastronómicas y vinícolas, inauguraciones excepcionales de museos, bibliotecas, iglesias, tiendas y edificios históricos. 

Innovación, investigación y contaminaciones interculturales son los ingredientes del Festival de Todi. Cada año, todo el pueblo se prepara para acoger un fermento incesante y una energía vital, con la alegría de compartirlos con cualquiera que se acerque a sus puertas.

Credit to: Materni

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