Iglesia y complejo de Santa Giuliana

Ya desde la terraza de los jardines Carducci, mirando hacia el sur, la iglesia cisterciense de Santa Giuliana llama la atención. Desde lejos, su mayor atractivo es el campanario, uno de los pocos de la ciudad que conserva la cúspide gótica, que se eleva sobre la vegetación circundante, la del campo de Umbría y la del jardín del antiguo monasterio femenino. El complejo, varias veces remodelado e incluso despojado hasta reducirlos a un granero, está lejos de las rutas turísticas clásicas, pero es muy conocido entre los habitantes de Perugia que frecuentan la pista de atletismo adyacente. En la fachada del siglo XIV de la iglesia, toda de mármol blanco y rojo y con diseños geométricos, destaca el portal, precioso y coronado por un rosetón, mientras que en el interior se pueden ver restos de frescos de diferentes épocas. En cambio, el monasterio, hoy academia de idiomas del ejército y visitable previa reserva, conserva un precioso claustro del 1376 atribuido a Matteo Gattapone: aquí debes detenerte a contemplar los notables capiteles decorados de las columnas octogonales, que también tienen franjas blancas y rojas.